Entre las declaraciones de ayer Lionel Messi y lo que mostraron Irán y Nigeria en Curitiba, Alejandro Sabella no tendría que tener muchas dudas para los próximos dos compromisos de la Selección Argentina. En el primer empate 0-0 del Mundial, los siguientes rivales argentinos mostraron muy pocas variantes y terminaron aburriendo con un partido chato y sin emociones. Con este resultado, el conjunto de Sabella podrá garantizarse su pasaje a los octavos de final si le gana el próximo sábado a Irán.

Nigeria, actual campeón de Africa y comandada por Stephen Keshi, dominó el desarrollo del juego, pero mostró una alarmante falta de ideas para llegar al gol que le permitiera sumar los tres puntos. Por su parte, Irán, con el portugués Carlos Queiroz como DT, planteó una estrategia para no perder y, si era posible, sorprender a su rival y estuvo cerca, pero celebró finalmente el hecho de haber sumado por tercera vez en un Mundial, tras el 2-1 a Estados Unidos en Francia 1998 y el 1-1 con Angola en Alemania 2006.

En el primer tiempo, Nigeria se adueñó del balón y generó peligro en el inicio, ante una defensa de Irán que arrancó nerviosa y con dudas. Sin embargo, de a poco el ritmo decayó y el conjunto asiático ya no pasó tantos sobresaltos. Incluso, la mejor chance del parcial les perteneció a los iraníes, con un cabezazo de Ghoochannejad que el arquero Vincent Enyeama desvió de manera notable, haciendo recordar las increíbles atajadas que había tenido en el Mundial pasado ante Messi.

En la segunda etapa, el desarrollo prácticamente fue similar, con Nigeria como dominador de la pelota, pero sin profundidad para inquietar a su rival. Por eso, sus llegadas se limitaron a remates desde lejos, sin mucha puntería. Con menos recursos, Irán se limitó a esperar alguna ocasión de contragolpe, pero tampoco tuvo chances claras. “Era necesario jugar un partido práctico. Luchamos por todos los balones, tapamos todos los huecos y trabajamos los 90 minutos con una cosa en nuestra cabeza”, analizó Queiroz el desempeño de su equipo.

Así, ambos se quedaron con un empate, que le cayó muy bien a Bosnia, por más que siga última en la zona, y que deja abierta las posibilidades para la pelea por el segundo puesto. Y así lo hizo saber Queiroz, que ya está pensando en el próximo duelo ante Messi y compañía. “Ahora debemos jugar contra Argentina. Lo más importante es que aún todas las opciones están abiertas”, remarcó el portugués que dirige a Irán. Seguramente tendrá más preocupaciones que Sabella, que ya habrá tomado nota de las declaraciones de Messi y de lo poco que mostraron iraníes y nigerianos.