Un esguince en el tobillo derecho obligó a Lionel Messi a jugar infiltrado el clásico español, el sábado pasado, en el estadio Santiago Bernabéu, que el Real Madrid le ganó 3-1 al Barcelona y en el que el rosarino no pudo marcar. El plantel de Barcelona regresó a los entrenamientos tras la derrota y Messi trabajó aparte en el gimnasio de la Ciudad Deportiva, al igual que el brasileño Neymar. Messi, de discreto desempeño en el clásico, debió inyectarse para ese encuentro debido a un esguince que sufrió en el entrenamiento del pasado jueves. Messi tendrá descanso esta semana ya que el Barcelona volverá a jugar recién el sábado, recibiendo al Celta de Vigo, y en la Champions League recién lo hará la semana que viene.