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Hace casi sesenta años, Juan Manuel Fangio fue el último campeón mundial de Fórmula 1 manejando un Mercedes-Benz. El domingo, el inglés Lewis Hamilton o el alemán Nico Rosberg ocuparán ese sitio, al cabo del Grand Prix de Abu Dhabi, 19ª y última fecha del torneo 2014. Sólo uno de ellos puede coronarse en una prueba especial, la única en la historia de la disciplina que tendrá puntaje doble, una triquiñuela que el inefable Bernie Ecclestone pergeñó a poco de arrancada la temporada, cuando la enorme superioridad de los Mercedes prometía una consagración anticipada, lo que no sucedió.

Hamilton (10 victorias en el 2014) llega con una ventaja de 17 puntos sobre Rosberg (5 triunfos) cuando el ganador del domingo se llevará 50 puntos y su escolta 36, a diferencia de los 25 y 18, respectivamente, que se otorgan de manera habitual. La lógica sugiere un 1-2 del equipo de origen alemán pero afincado en Inglaterra, en el que pesa el ex tricampeón del mundo Niki Lauda; un resultado como ése (que se repitió en once de los 18 Grand Prix ya corridos) favorece a Hamilton, sea cual fuera el orden de llegada. Para tener alguna chance, Rosberg precisa vencer a su compañero y que un rival se interponga además entre ambos. La mayoría de las combinaciones posibles le sonríen al británico.

“Vengo para ganar, como hago cada Grand Prix, nada va a cambiar. No siento presión en particular, tengo bastante experiencia para estar preparado”, señaló Hamilton, campeón mundial en 2008. “Hay muchos escenarios, soy optimista”, argumentó Rosberg. “Mi clasificación suele ser buena, eso será otro plus en esta carrera. Pueden pasar muchas cosas, como por ejemplo que un Williams haga una gran largada y se ubique entre nosotros dos.”

Ambos descartaron un escenario de choque, en el que Hamilton se consagraría automáticamente si los rivales quedaran fuera de carrera. “Lewis es un gran competidor y oponente, seguramente va a ser un gran final para la temporada”, apuntó el alemán. “Así será”, apuntó lacónico el inglés. “Les dejamos prácticamente libertad absoluta. Son buenos muchachos, ninguno de los dos es traicionero”, dijo el director deportivo del equipo, Toto Wolff. La definición arranca hoy con dos sesiones de entrenamientos libres.

En el box contiguo al de Mercedes, Ferrari anunció oficialmente lo que ya se sabía: que el cuatro veces campeón mundial Sebastian Vettel reemplazará desde el año que viene al español Fernando Alonso. “Ferrari es probablemente el mejor equipo para el que se puede manejar”, dijo el alemán, que no ganó ningún Grand Prix en esta temporada; tampoco lo hizo la escuadra italiana. Dos veces fue subcampeón del mundo Alonso con Ferrari, pero nunca condujo un auto capaz de ganar el título. El desgaste producido por esa situación hizo inevitable el divorcio tras cinco años.