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San Lorenzo le ganó bien a Estudiantes en el Nuevo Gasómetro, con mayor holgura en el juego que lo que reflejó el exiguo 1-0 final, producto de un largo y violento remate rasante de Diego Capria en el primer tiempo. Ahora los de Gorosito suman 11 puntos y siguen levantando cabeza, mientras el equipo de Bilardo sufrió su segunda derrota del Apertura jugando mal. Para colmo, salió Farías lastimado y le echaron a Aquino.
San Lorenzo y Estudiantes jugaron un primer tiempo entretenido. Los de Gorosito fueron mejores y sacaron justa ventaja en el balance con un gol de Diego Capria al recibir un rebote en la barrera de su propio tiro libre y corregir con remate rasante que el cruce de un compañero –a un metro de Docabo– no pudo conjurar. Ese 1-0 fue la ventaja que existió.
El gol pudo haber llegado antes a través de Acosta, que remató antes del cuarto de hora desde afuera y levantó Docabo; o Acosta-Carreño –sí, los dos juntos– que no supieron tocarla tras gran desborde de Santana por izquierda. Por el lado de los de Bilardo, todo fue más desmañado y menos prolijo, pero no le faltaron llegadas: neutralizado Farías, hubo una llegada neta de Maggiolo –que hizo la diagonal de izquierda hacia adentro para rematar cruzado y fuerte arriba– y algún otro remate de afuera, mientras en el otro arco Michelini le daba al palo derecho de cabeza y en la última del período, Carreño perdía en el mano a mano.
Volvió Estudiantes en el segundo con Trotta por Angeleri y los locales con Román Díaz por Carreño. Y no pasó nada. Nada de nada. Sobre todo del lado de los platenses, que no llegaron nunca. Y a los locales les faltó definición para sacar más ventaja.