Boca dio un paso más hacia la expulsión de trece socios a los que acusa de haber intervenido en el escándalo del gas pimienta ocurrido el 14 de mayo. Ayer difundió un comunicado con la lista de los nombres que pretende borrar de sus registros. La Asamblea de Representantes es la que debe refrendar la decisión el 29 de junio. En esa nómina, no todos recibieron imputaciones en la Justicia. La fiscal Susana Callejas le dijo a Página/12 que “son siete los imputados”, aunque el juez correccional Javier Ponte, que maneja la causa, ya tendría once personas en esa condición. La comisión directiva del club, además de pedir “la aplicación de las mayores sanciones a todos los responsables de las agresiones al plantel visitante”, anunció que “ya inició las acciones legales por daños y perjuicios (daño emergente, lucro cesante y daño a la imagen del club) por 120 millones de pesos”.

Para la Justicia, en la lista de imputados no todos tendrían la misma responsabilidad. Es evidente que Adrián “El Panadero” Napolitano es el más comprometido –varias filmaciones lo delatan arrojando el gas pimienta dentro de la manga por donde salieron los jugadores de River–, y después aparecen Gustavo Florentín, Federico Blanco y Diego Biglia. Los tres son los que en las imágenes están más cerca del Panadero al momento del hecho. A Blanco también se le atribuye que utilizó el gas pimienta y a Biglia que encendió una bengala para usarla como elemento de distracción. De los cuatro, Florentín es el único que tenía un cargo en el club: integra la misma Asamblea de Representantes que ahora lo expulsaría de Boca. Además, en 2011, fue candidato a séptimo vocal por el Frente Unidad Boquense, la lista que encabezaban Amor Ameal, Roberto Digón y José Beraldi a la que derrotó el oficialismo actual.

Los trece a los que Angelici y su comisión les pidieron la expulsión aparecen filmados en la bandeja baja de las tribunas que dan a Casa Amarilla o sector norte. No hay en esta nómina, por ahora, socios que participaron en otros incidentes dentro del estadio. Por ejemplo, los plateístas que les arrojaron botellas a los futbolistas de River cuando salieron de la cancha tras la extensa demora para suspender el partido. Por ellos irán en una segunda instancia y con el mismo rigor. Los dirigentes quieren expulsar primero a 16, de los cuales faltaría identificar a tres.

En el comunicado se difundieron estos nombres: Sergio Amor (socio 201.020), Marcos Baydoun (105.297), Diego Blas Biglia (80.054), Federico Blanco (86.916), Matías Lucas Bosero (200.822), Diego Alberto Camus (109.193) Gustavo Florentín (48.178), Carlos Javier Martínez (47.060), Jerónimo Molteni (128.672), Adrián Napolitano (26.269), José Pedrozo (15.283), Rodrigo Polimeni (195.311) y Ernesto Ariel Rossi (175.725).

El 20 de mayo Boca les había enviado dos cartas documento. En una los citaban a ejercer el derecho de defensa ante el Tribunal de Disciplina de la institución y, en la otra, el gerente de Legales, Pedro Wolanik, que firma el texto, se cuida de hacerles una imputación directa. Dice que, como cada uno “podría estar presuntamente involucrado, el Club Atlético Boca Juniors ha resuelto suspenderlo preventivamente en su calidad de socio con absoluta prohibición de ingresar a las instalaciones y demás dependencias del club hasta tanto se expida el Tribunal de Disciplina, conforme lo establecido por los artículos 28 y siguientes del Estatuto y Reglamento General de Comicios”.

La situación de aquellos socios sobre los que pesa el pedido de expulsión, pero no están imputados en la causa judicial, no es perjudicial ni ventajosa en sí misma según el fiscal Daniel Pablovsky, de la Unidad Especial de Delitos Deportivos: “Una cosa es el expediente administrativo que les sigue Boca y otra la causa del juez Ponte”.

Entre los socios con pedido de expulsión hay un grupo que pertenece a la Peña Los Xeneizes de La Plata. Son Polimeni, Molteni y Pedrozo. Uno de ellos envió a su abogado al juzgado para que viera el expediente. La respuesta que le dio a su defendido fue: “No hay pruebas contra vos”. Estos hinchas, igual que los demás, van hace muchos años al mismo sector de la Bombonera donde se produjo el incidente con el gas pimienta. Niegan haber intervenido en el hecho con cualquier grado de participación. Y cuentan que incluso estaban de espaldas a la cancha, junto al alambrado, pero porque ahí cuelgan sus banderas o en ocasiones suben a sus hijos sobre el paredón que hace de base al alambrado perimetral.

Boca colocó ahora en ese lugar un acrílico para que le habiliten el estadio. Además, en el comunicado hizo público ayer que “se iniciaron las acciones legales correspondientes a las empresas responsables de la manga de seguridad por incumplimiento en los requisitos de seguridad y operatoria necesarios”. En una entrevista publicada en este diario el 24 de mayo, el fiscal Pablovsky había dicho que “la tapa de la manga estaba agarrada por un velcro, algo muy precario. Y esto determinó que ocurrieran los hechos cómo ocurrieron”.

Fascímil que emitió Boca en la jornada de ayer.