DEPORTES
Boca jugó mal, lo golearon y se fue de la Sudamericana
Crónica de una caída anunciada, el muletto boquense sólo asustó diez minutos pero terminó bailando al ritmo de Grisales.
Atlético Nacional de Medellín le ganó 4-1 a Boca en el partido de vuelta jugado en Colombia –ya había ganado en la Bombonera 1-0– y así accedió a las semifinales de la Copa Sudamericana que disputará con el Cienciano peruano. Edixon Perea dos veces, Freddy Grisales –la figura excluyente– y Giraldo anotaron para el ganador. Javier Villarreal había abierto el marcador y la esperanza de Boca en el comienzo, con un golazo espectacular. Sirvió de muy poco.
Penoso lo de Boca en Medellín. En términos deportivos, claro. Porque volvió a perder ante Atlético Nacional como lo había hecho en la Bombonera, tras poner en la cancha en ambos casos un equipo de llamativa endeblez en las dos áreas: no tuvo contundencia arriba –Estévez no acertó jamás; sólo Cángele intentó– y los tres del fondo, mal auxiliados, fueron impotentes para soportar las contras. El mediocampo superpoblado no sirvió para nada: ni Vargas-Silvestre por el medio, ni Villarreal y Caneo por afuera, que tuvieron siempre la pelota, supieron hacer algo con ella excepto prestársela entre sí o dársela a un Fabbro lento y sin ideas. Todo fue entonces correr mucho y no llegar a ninguna parte.
Del otro lado, más allá de la sorpresa inicial –Villarreal los embocó de más de 25 metros tras avanzar libre todo lo que quiso–, los locales sólo se ocuparon de esperar y contragolpear o no, según mandara Grisales, dueño de la batuta, muy bien acompañado por Hurtado. Atlético Nacional tuvo la suerte de empatar enseguida tras una pelota cruzada que debió salir a conjurar –y perder– Caballero, que quedó fuera de la jugada y observó la definición a sus espaldas. Entonces el local volvió a especular mientras Boca iba, y en la primera buena contra, a los 25, la hizo toda bien Hurtado y la definió mejor Grisales cruzándola abajo. Golazo.
El segundo fue pura agonía. Sobre el final, los colombianos aceleraron y llegaron dos más.