La Selección Argentina pasó por Houston y Dallas. Goleó a la débil Bolivia (7-0) y luego consiguió un agónico empate (2-2) frente a México. Dos resultados y tres caras. Con los dirigidos por Baldivieso, Martino arrancó con una formación donde los únicos titulares fueron Romero en el arco y Agüero en ataque, secundado por Lavezzi. No obstante las ausencias, Argentina mostró salida prolija desde atrás, buen trato de pelota en el mediocampo y contundencia en la definición. Sobresalió Agüero, pero también el debutante en la mayor Angel Correa y un Lavezzi que muestra su enorme potencial cuando se lo ubica como delantero. Claro, el rival fue una Bolivia cuyo técnico había asumido un par de días antes del partido y que vivió un sinfín de problemas originados en la complicada actualidad de la Federación Boliviana.

El plato fuerte llegó en la medianoche del martes, con el partido ante México. Y el equipo azteca, dirigido por Ricardo Ferretti, el técnico de los Tigres de Monterrey finalistas de la Libertadores ante River, pusieron en serios aprietos a Messi y compañía. La idea de salir jugando desde atrás no tuvo los intérpretes adecuados. Tanto Demichelis como Otamendi lucieron lentos e irresolutos ante la presión que propusieron Hernández y Jiménez y Guardado a veces. Y Mascherano, que tanto la practica en el Barcelona, no tuvo socios para realizarla. A esa dificultad se sumó la fragilidad en la marca de los centrales y también de Rojo y Roncaglia, que reunieron más aciertos en función ofensiva, y el desconcierto de Guzmán, puesto en apuros varias veces pese a su reconocida habilidad para jugar con los pies. Encima, el triple cinco de Mascherano, Banega y Gago aportó poca marca y jugadas asociadas en cuentagotas y su lentitud los hizo presa fácil de los mexicanos, voluntariosos para pescar alguna pelota y lanzarse al contragolpe. Como contra Bolivia, lo más destacable estuvo en ofensiva, aunque el tándem Me-ssi-Tevez no funcionó y Correa falló en un par de definiciones que dejan claro que tiene mucho para progresar. Ese andar desconcertante cambió con los cuatro cambios juntos introducidos por Martino a los 30 minutos del segundo tiempo. Kranevitter, Pereyra, Lavezzi y sobre todo Agüero revivieron las expectativas de Argentina, que llegó a un empate que casi es triunfo.

¿Cuál es la cara de Argentina: la que goleó a Bolivia, la que deambuló un tiempo y medio ante México o la que apabulló al Tri de la mano de Agüero, Lavezzi y Messi? En los compromisos iniciales por las Eliminatorios ante Ecuador y Paraguay en octubre Martino tendrá la oportunidad de poner en la cancha un equipo que plasme la profundización de la idea de juego que dijo buscar con estos amistosos.