Fue bueno el comienzo del Globo en la primera final por la Copa Sudamericana, ya que parecía no sentir la presión y tampoco tardó en plantar bandera en el campo del Independiente Santa Fe, donde buscaba recuperar la pelota y jugarla rápido para Wanchope Abila, encargado exclusivo de inquietar al arquero Zapata.

El juego pasaba por Toranzo y Montenegro, que junto con Espinoza se encargaban de mover la pelota por todo el frente de ataque, mientras Abila se movía entre los marcadores centrales –Mina y Meza, quienes parecían haberlo estudiado bien– a la espera de una pelota que lo dejara mano a mano con el arquero del equipo visitante. Huracán tocaba en el medio, tocaba atrás y buscaba salir jugando con la pelota limpia, mientras sus hinchas coreaban el “olé, olé” y el equipo imponía su fútbol.

Sobre la base del orden y el despliegue físico, los colombianos se fueron asentando en el campo de juego del Ducó. Sin embargo, Huracán no cambiaba su libreto. Cuando el partido se emparejó, aparecieron Vismara y Bogado en el medio con un buen trabajo en la recuperación. Domínguez les pedía un poco más de tranquilidad a sus dirigidos, que movieran la pelota y buscaran generar espacios.

Santa Fe, claramente decidido a esperar, encendió la primera luz de alarma para los locales tras una falla de Nervo, que le permitió a Seijas sacar un centro venenoso para que Angulo cabeceara, ganándole a Balbi. No fue gol porque el travesaño salvó a Marcos Díaz, que varios minutos después iba a tapar un tremendo zurdazo desde los 35 metros de Seijas. El problema de Huracán fue que su juego se volvió previsible para los colombianos, que terminaron dando una mejor imagen en el cierre de la primera mitad.

Con el viento a favor y el tiempo en contra, el Globo volvió a insistir con la presión alta para asfixiar a Santa Fe en la salida. Así, dos veces estuvo Abila cerca de la apertura del marcador. Igualmente, había una pieza que no terminaba de encajar: a Espinoza le costaba meterse en el partido, encontrarse más con Toranzo y Montenegro, que de tanto ir y venir ya comenzaban a desinflarse. No estaba bien Espinoza, y a los 60 minutos le pidió a Domínguez el cambio.

Si bien la producción del equipo fue mermando con el correr de los minutos, el Globo encontraba aire por el lado de las individualidades como San Román por la franja derecha, o Abila que sumó dos chances clarísimas: en la primera despejó Zapata, en la segunda su remate se fue por arriba, o Bogado, que probó suerte con un remate desde afuera y estuvo cerca.

La visita tenía claro cuál era su negocio y salvo cuando Huracán dejaba en su ambición espacios, se animaba a avanzar a fuerza de pelotazos. Como había ocurrido en la primera parte, el Globo se quedó en los minutos finales y, aunque continuó buscando el arco rival, no lo encontró y debió conformarse con el empate.

0- HURACAN

M. Díaz; San Román, Nervo, Mancinelli, Balbi; Bogado, Vismara; Espinoza, Toranzo, Montenegro; Abila.

DT: Eduardo Domínguez.

0- SANTA FE

Zapata; Soto, Mina, Meza, Balanta; Anchico, Perlaza, Gordillo, Seijas; Morelo, Angulo.

DT: Gerardo Pelusso.

Estadio: Tomás Ducó.

Arbitro: Antonio Arias (Paraguay).

Cambios: 62m Miralles por Espinoza (H), 73m Borja por Morelo (SF), 82m Distéfano por Montenegro (H), 84m O. Pérez por Angulo (SF),m 89m Otalvaro por Anchico (SF).