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Esta noche, San Lorenzo se juega una gran parte de sus chances en la Copa Libertadores. Deberá vencer a Gremio de Porto Alegre no sólo para salir de perdedor en el Grupo 6, sino también para abandonar el fondo de la tabla en el que se encuentra hoy.

Tras concluir la primera mitad de la fase de grupos, el conjunto de Pablo Guede enfrenta un panorama complejo en una zona que es liderada por Toluca, con 7 unidades, seguido por Gremio, con 4, mientras que la Liga de Quito suma 3 puntos y San Lorenzo cierra con apenas 2. Por ello, una nueva derrota de los de Boedo significaría casi su eliminación. Aunque este equipo sabe de estas situaciones límites, y bastante. Todavía está fresco el recuerdo de los padecimientos que el Ciclón debió afrontar para superar la etapa clasificatoria cuando finalmente se consagró campeón, en la edición 2014 del título continental.

En las jornadas pasadas, San Lorenzo dejó escapar puntos importantes, sobre todo con el empate como local ante Toluca (1-1). El arranque en la Copa había sido con un resultado que suena lógico, ya que la derrota ante Liga de Quito (2-0) tiene como atenuante haber jugado en la altura, algo siempre difícil. Por otra parte, la semana pasada, el once de Guede se trajo un punto que puede ser fundamental de su visita a tierras brasileñas, luego de igualar 1-1 con Gremio, en un resultado que debió ser triunfo, dado que el visitante dominó las acciones y tuvo las llegadas más claras para una victoria.

Como en las otras ocasiones en que el triunfo es una necesidad imperiosa, el técnico azulgrana recurrirá hoy a los mismos once que golearon a Boca (4-0) y le dieron la Supercopa Argentina. Además, el entrenador podrá contar con Nicolás Blandi, que volvió a los entrenamientos después del desgarro que sufrió en el empate contra Huracán por el torneo doméstico.