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El próximo domingo, con el Gran Premio de Australia, en Melbourne, arranca una nueva temporada de la Fórmula 1, con un escenario deportivo altamente prometedor: cinco campeones del mundo (Lewis Hamilton, Sebastian Vettel, Kimi Räikkönen, Fernando Alonso y Jenson Button) en las tres grandes escuderías (Mercedes, Ferrari y McLaren), un piloto con un papel principal (Nico Rosberg) y 16 figurantes, confirmados o debutantes, que querrán dejar sus señas en el Mundial 2016.

A diferencia de los últimos tiempos (por el dominio de Red Bull primero y de Mercedes desde hace un par de años), parece seguro que el campeonato deparará mucha emoción, ya que las distancias en la pretemporada se han acortado si se hace caso a los tiempos registrados en las dos sesiones de entrenamientos llevadas a cabo en Barcelona en los últimos días de febrero y los primeros de marzo. Así y todo, sin dudas, el duelo en la cima será entre Mercedes y Ferrari.

El año pasado, a pesar del dominio de Mercedes, se empezó a vislumbrar el renacer de Ferrari. Aunque el balance favoreció claramente a las Flechas de Plata: 16-3 en victorias, 18-1 en pole positions y 32-16 en el total de podios. La escudería de Maranello se asentó como la segunda de la categoría y en ocasiones amenazó la dictadura de Mercedes.

Por detrás de Mercedes y Ferrari habrá dos grandes grupos de escudería en la lucha; uno por los podios y otro por los puntos del Top 10. Williams defenderá su tercera posición en el Mundial de Constructores ante Red Bull y Force India. Renault y McLaren buscarán recuperar su gloria pasada y podrían encontrarse en el camino con Toro Rosso y quizás el debutante estadounidense Haas, los dos equipos que más expectativas han levantado a priori para 2016.