El sector de dirigentes afín al gobierno nacional que impulsa la creación de la Súper Liga sumó una nueva derrota en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Ayer, en la reunión del Comité Ejecutivo, no consiguieron el objetivo que habían acordado en la reunión del lunes en el Hotel Savoy de forzar la votación para que la entidad rectora del fútbol nacional llamara a una Asamblea Extraordinaria que reforme su estatuto y apruebe la creación de la Súper Liga.

Después de desestimar reunirse en el predio que la AFA posee en Ezeiza –para no perturbar la preparación de la Selección de cara a la Copa América–, 36 de los 44 miembros que componen el Comité Ejecutivo se encontraron en la sede de la calle Viamonte. Entre muchos otros, estuvieron los presidentes de Boca, Daniel Angelici; de Racing, Víctor Blanco; de San Lorenzo, Matías Lammens, y de Independiente, Hugo Moyano, mientras que River fue representado por su vice segundo, Matías Patanian. También asistió el titular de Barracas Central y vicepresidente segundo de la AFA, Claudio Chiqui Tapia.

Durante el encuentro, los sectores mantuvieron sus posturas. Los grandes y sus aliados ratificaron la idea de hacer una Asamblea Extraordinaria el 21 de junio para darle vía libre a la Súper Liga, mientras que Moyano, Tapia y el grupo denominado Ascenso Unido siguió firme en su tesitura de esperar al 30 de junio, y con el nuevo presidente afista electo avanzar en las reformas. Como se preveía en los conteos previos, ninguna postura consiguió los 33 votos que les resultaban imprescindibles para imponerse.

Como si faltaran ingredientes para caldear el clima, en la reunión se leyó el comunicado en el cual la jueza federal María Romilda Servini de Cubría recomendó la intervención de la AFA y le cedió esa potestad a la Inspección General de Justicia. El texto emanado del Juzgado Federal 1 dice: “Basado en versiones periodísticas y la crisis institucional que vive la AFA, se le da la potestad a la Inspección General de Justicia (IGJ) de decidir si es necesaria o no la intervención”.

Esto hizo reaccionar a Hugo Moyano, quien amenazó con parar el fútbol si el gobierno interviene la AFA. “La FIFA ya determinó que la AFA no se puede intervenir. Si intervienen la AFA se para el fútbol. No queremos más presiones, basta de aprietes”, disparó el presidente de Independiente al salir anoche de la casa de la calle Viamonte. Y argumentó: “Todo lo que está surgiendo o algunas cosas que aparecen en la prensa son instrumentos de presión”.

“Acá nadie está en contra de la Súper Liga. Lo único que creemos es que hay que aprobarla con los recaudos necesarios para no perjudicar a los clubes más chicos”, abundó. “Nosotros creemos que primero hay que elegir presidente y luego tratar la Superliga”, ratificó la postura de su sector.

También se pronunció en contra de la intervención el actual presidente de la AFA, Luis Segura. “A mi modesto entender, no hay motivos para intervenir. No hay acefalía y no hay ninguna causa para una intervención. No somos una sucursal del Gobierno, tenemos potestad para manejarnos solos”, sostuvo el titular afista.

Por su parte, Víctor Blanco ofició de voero de los grandes y sus aliados. “La idea es que la Súper Liga salga lo antes posible porque así el fútbol no puede seguir. Pero necesitamos un consenso entre todos, y por ahora con los que vengo hablando están de acuerdo con que salga. Pero tenemos que reconocer que es un mes político por las elecciones en AFA y eso lo complica. Pero además hay que comunicar bien el beneficio para los equipos del ascenso”, argumentó. “Y si no podemos ponernos de acuerdo no es por un problema de egos, sino que pasa por la desconfianza que existe entre todos. Después, la idea es que la Súper Liga tenga un CEO, pero si todos los presidentes están de acuerdo con que la lidere Tinelli, no hay problema. Pero eso sí, tendría que renunciar a la vicepresidencia de San Lorenzo”, advirtió finalmente Blanco.