Iban 74 minutos del segundo tiempo. Brasil estaba logrando trabajosamente el empate que lo llevaba a los cuartos de final, mientras que Perú pugnaba sin muchos recursos por un triunfo que le diera el primer puesto en el Grupo B. El extremo Polo encaró por la derecha, llegó al fondo y envió el centro, Alisson intentó cortarlo con un manotazo pero le dio al aire. Sorprendido, Ruidíaz manoteó la pelota mandándola al fondo del arco y corrió a festejar. Los jugadores brasileños se fueron todos encima del árbitro uruguayo Andrés Cunha, que luego de muchos conciliábulos ratificó su primera decisión: dar el gol. El 1-0 significó la eliminación de Brasil en la primera ronda de la Copa América Centenario y la clasificación del seleccionado de Ricardo Gareca como líder del grupo.

Las horas siguientes y el día posterior, la mano no cobrada pasó a ser el tema dominante en el mundo del fútbol. Uno de los testimonios más buscados fue el de Dunga. “No podemos modificar lo que todo el mundo vio”, expresó el técnico verde amárelo. “Brasil no fue eliminado dentro del fútbol. Con el 0-0 clasificábamos”, agregó Dunga, cuya continuidad quedó severamente amenazada a partir de esta prematura eliminación.

Por el contrario, el lateral Dani Alves eligió poner el acento en el flojo desempeño del equipo. “Todos los que hoy representamos a la selección brasileña somos responsables. No estamos atravesando nuestro mejor momento, estamos trabajando duro, pero no es suficiente, tenemos que reflexionar cada uno sobre qué podemos hacer diferente”, dijo el ahora jugador de la Juventus. “Es decepcionante para nosotros. Lo que hemos hecho es inaceptable”, concluyó Alves.

En el centro de la polémica, el goleador Ruidíaz no dio el brazo a torcer y mantuvo su postura. “Fue una jugada muy rápida y me choca en el muslo. No entiendo por qué hubo una polémica porque fue juego limpio”, comentó el atacante en diálogo con Univisión.

En tanto, Ricardo Gareca se mantuvo en su postura de no hablar de los árbitros. “Estaba muy lejos y no vi la jugada”, dijo el Tigre, que cerró diciendo que “son errores que pueden ocurrir”.

Desde el punto de vista arbitral opinó el ex juez Horacio Elizondo: “A los cuatro que estaban les faltó oficio, aunque la jugada es del árbitro y no del línea”, consideró por TyC Sports quien se hizo famoso por haber dirigido en la final del Mundial de Alemania 2006.

Elizondo volvió a resaltar la necesidad de aplicar el apoyo tecnológico en el fútbol para evitar este tipo episodios. Para él, “nadie va a estar en contra del uso de la tecnología” y el gol con la mano de Raúl Ruidíaz no hubiese sido convalidado “si Cunha hubiera recibido alguna ayuda” tecnológica.