DEPORTES › BOCA LE GANO 3-0 A LANUS Y ES ESCOLTA DE TALLERES
Pegó rápido y después reguló
El equipo de Bianchi ganaba al minuto con gol de Tevez y en el primer tiempo liquidó el juego con un tanto de Cardozo y otro del delantero.
Luego guardó fuerzas para recibir al puntero.
Boca expuso su oficio y contundencia para ganarle como visitante 3-0 a Lanús, y ya es el único escolta de Talleres, equipo al que recibirá la semana que viene en la Bombonera. De esta manera, el conjunto dirigido por Carlos Bianchi cerró una semana de ensueño, con tres triunfos en otras tantas presentaciones entre el torneo local y la Copa Libertadores, con diez goles a favor y solamente uno en contra. Además, para completar un combo mágico, su delantero estrella, Carlos Tevez, convirtió dos goles, con lo que volvió a anotar un tanto después de cinco meses, ya que no lo hacía desde octubre del año pasado, cuando marcó a Estudiantes. El restante gol de Boca lo consiguió el juvenil Neri Cardozo.
A los 42 segundos, el equipo campeón del mundo ya tenía resuelta más de la mitad de las complicaciones que implicaba el compromiso ante Lanús. Es que ese lapso necesitó apenas para que Villarreal –en un tiro libre con la pelota en movimiento– dejara a Tevez cara a cara con Flores. Y el delantero no desaprovechó la ocasión para colocar a su equipo en ventaja con un toque al costado del arquero, y, de paso, ponerle fin a su sequía goleadora. A partir de allí, Boca manejó todo a su antojo. Además, el partido se enderezó definitivamente hacia la escuadra visitante cuando a los 9, Cardozo metió un disparo fuerte, desde el borde del área, y sometió por segunda vez a un indefenso Claudio Flores.
A esa altura, Boca ya era dueño absoluto de las acciones, con un mediocampo inteligente, que hizo circular el balón con fluidez, en donde Javier Villarreal se mostró más que criterioso y prolijo. Y de mitad de cancha hacia adelante, Tevez levantó la bandera de la practicidad y la contundencia y desequilibró cada vez que se lo propuso a una defensa que nunca lo pudo controlar. Sobre el final del primer tiempo, una habilitación de Iarley para Tevez significó el cierre definitivo del juego, ya que el delantero desparramó con un amague a Flores y decretó el 3-0 con un toque suave.
El segundo tiempo estuvo de más. Porque Lanús, a pesar de los tres cambios realizados, no tuvo el mínimo atisbo de reacción y porque el escolta de Talleres decidió aquietar el ritmo: prefirió reservar energías y jugó con el resultado a su favor. De esa manera, igual pudo lograr algún gol más, pero no era lo que le importaba. El trabajo fuerte ya lo había hecho.