DEPORTES › LA SELECCION ARGENTINA JUEGA ESTA NOCHE ANTE BRASIL
Salen a dar vuelta la historia
Aunque en el historial están parejos, los brasileños ganaron mucho en los últimos 30 años y aparecen como los favoritos para quedarse con el clásico de Sudamérica. Pero el equipo argentino sigue siendo el líder de las Eliminatorias y quiere dar la sorpresa.
La Selección Argentina intentará extender la mínima ventaja que tiene sobre Brasil en un nuevo enfrentamiento entre las dos potencias de Sudamérica, un partido que el árbitro colombiano Oscar Ruiz, que lo conducirá esta noche, calificó como “la octava maravilla del mundo”. A lo largo de los 88 años que llevan de histórica rivalidad, Argentina supera por un partido a los brasileños, aunque los pentacampeones mundiales se imponen claramente en los duelos disputados en las últimas tres décadas. De los 86 encuentros que jugaron desde 1916, Argentina ganó 33 partidos, con 141 goles a favor, y Brasil lo hizo en 32 oportunidades, con 130 tantos convertidos. Los restantes 21 partidos terminaron empatados. Esta vez, Brasil parece llegar al partido, que se disputará en el Mineirao de Belo Horizonte, con cierto favoritismo.
En los últimos treinta años, los brasileños ejercieron una clara superioridad, ganando 15 de los últimos 35 partidos, contra apenas siete triunfos argentinos y trece empates. En la ciudad brasileña en la que se jugará esta noche el partido, por la sexta fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006, jugaron dos veces y en ambos casos con victorias brasileñas: 3-2, en un amistoso el 11 de agosto de 1968, y 2-1, por la Copa América de 1975.
La máxima goleada en favor de la Argentina se registró el 5 de marzo de 1940, cuando aplastó por 6-1 a Brasil en Buenos Aires. A su vez, la caída más dolorosa que sufrió un seleccionado argentino ante los brasileños fue aquel 6-2 del 20 de diciembre de 1945, en Río de Janeiro.
Argentina, líder de las Eliminatorias con 11 puntos (tres triunfos, ante Bolivia, Venezuela y Ecuador, y dos empates, con Chile y Colombia), está necesitada de un resultado favorable ante un rival de envergadura, para comenzar a recuperar el idilio con el público, luego de la frustración que causó la eliminación del último Mundial en la primera ronda. Por su parte, Brasil se ubica tercero, con nueve unidades y, en el caso de ganar esta noche, será el único puntero, luego de la derrota de los paraguayos ayer, en La Paz.
Con relación a las posiciones en la tabla, precisamente el defensor Juan Pablo Sorin, que se consagró como estrella del Cruzeiro, había advertido que para él “no hay nada que supere a un triunfo frente a Brasil. Cambiaría el primer puesto en las Eliminatorias del Mundial 2006 por ganar los dos partidos ante Brasil”.
La mayor incertidumbre por el lado argentino tiene que ver con las condiciones físicas de Pablo Aimar. El jugador del Valencia será el encargado de ordenar todos los caminos ofensivos del equipo. Pero el ex River sufrió diversas lesiones en la última temporada que lo marginaron de la formación titular en el equipo español, aunque es uno de los argentinos más respetados por los brasileños.
En el conjunto local, el entrenador Carlos Parreira recurrirá a la más reciente aparición del fútbol brasileño, el atacante Luis Fabiano, goleador del San Pablo, para reemplazar al desgarrado Ronaldinho. Además, el defensor Juan jugará en lugar del también lesionado Luizao. El talentoso zaguero formado en el Flamengo, ahora se destaca en el Bayer Leverkusen alemán y será el compañero de Roque Júnior en el centro de la defensa. Un triunfo de Argentina podría actuar como disparador para la reanudación de una nueva etapa del seleccionado. Y reencontrarse con el fútbol característico de este país puede ser el mejor paso.
“Argentina es el rival más esperado por los brasileños –opinó Roberto Carlos, una de las figuras jerarquizadas del equipo brasileño–. Personalmente encaro de manera especial este partido, como si fuera una final y sin fijarme en lo que resta por jugar en las Eliminatorias, que es bastante.” Para el brasileño, “Argentina es un adversario de respeto. Por eso quiero ganarle y también anotarle un gol, ya que nunca pude hacerlo”. Ojalá que siga así.