[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El fútbol argentino sufrió en la última semana dos impactos que permanecerán en la memoria de todos. Primero la decisión del ex árbitro Fabián Madorrán de quitarse la vida, y luego la partida de José Omar Pastoriza por un corazón que dejó de funcionar. Como la rueda sigue girando, ahora el olvido parece envolver al último gran ídolo de este país. Diego Maradona mantiene una pelea diaria para recomponer su vida en una clínica psiquiátrica de Ituzaingó, y aquellos dos episodios podrían provocar una reacción positiva en la intimidad del ex futbolista. Por ahora, el recuerdo de sus genialidades en una cancha va tapando el momento particular por el que le toca atravesar.
Como ha estado en más de una oportunidad entre la vida y la muerte, ya no sería una novedad que su organismo tome la resolución de detenerse. Y tampoco sorprendería saber que en algún momento haya tratado de imitar al polémico Madorrán. A pesar de que algunos celebrarán cuando Diego pase a ser un mito, resulta sorprendente la indiferencia que genera su estado actual. Seguramente, este presente no es beneficioso para los oportunistas y aduladores que convivieron con Maradona a lo largo de su carrera y encontraron el instante preciso para desaparecer de la escena que siempre los sedujo.
Maradona todavía permanece preparado para realizar una nueva gambeta, pero son pocos los que se encuentran listos para disfrutarla. Inclusive, hasta esperan que esa jugada mágica ya no pueda tener final. Diego aún continuará acusando reacciones de todo tipo, y el tiempo volverá a ser el único que determinará hasta cuándo. A partir de ahí, los mismos que ahora ignoran al ex futbolista, probablemente sufrirán el dolor por una ausencia que conmocionará al mundo. Si hasta el propio Napoli comenzó a acusar tanto ostracismo y lucha contra la Justicia para que no lo depositen en tercera división.
Lo mejor será esperar que el corazón de Diego no intente continuar el mismo camino que el de Pastoriza, ni que el propio Maradona resuelva su recorrido como lo hizo Madorrán. Diego todavía está ahí cerca.