DEPORTES › FUE TERCERO EN SU SEMIFINAL DESPUES DE HABER LIDERADO
Correa es finalista en los 500
Javier Correa consiguió clasificarse para la final de K-1 sobre la distancia de 500 metros, en la semifinal más difícil de las tres disputadas. El palista, quinto en los Juegos Olímpicos de Sydney en 1000 metros y subcampeón mundial en esta misma distancia en el 2001 y el 2002, ha certificado que en los últimos tiempos obtiene mejores resultados en las pruebas sobre 500 metros.
El rionegrino, quien el miércoles fue eliminado en semifinales de K1-1000 metros, fue superado por el noruego Eirik Larsen y el húngaro Akos Verckei. Reguló en los últimos metros, con la plaza en la final asegurada, y fue superado por Verckei. Con el tiempo alcanzado, el argentino realizó la sexta marca, tomando en cuenta las otras dos semifinales. En cambio, la chaqueña María Fernanda Lauro no clasificó al ubicarse novena y última en la semifinal.
“Esta mañana, en la semifinal de 500 me sentí un poco más seguro de lo que estuve ayer (por el miércoles) en la de 1000, una jornada que no fue un buen día para mí”, declaró el argentino. Recordó que la primera de las tres semifinales de K-1, en la que él compitió, era una serie “dura”, que él “ya sabía que iba a ser así, ya que el nivel de todos los participantes es muy parejo, y nadie se quiere quedar fuera”.
“Ahora sólo me queda aprovechar este descanso forzado de mañana (por hoy), para prepararme de cara a la final y ver qué pasa allí”, indicó el palista, que espera poder rendir a su máximo nivel, y “luego se verá el resultado”.
“Me gusta dar un lugar a Sudamérica y a mi país entre los nueve finalistas, pero la barrera más dura de cruzar es la de semifinales, que tiene un gran nivel. Luego, ya en la final, puede ocurrir cualquier cosa; si todo sale bien, podés ser de primero a noveno.”
El palista nacido en San Carlos de Bariloche creía que podía estar en los 5 o 6 primeros, pero en esta ocasión se ha quedado fuera de la final de 1000, después de estar en los últimos años en finales y con medallas, tras entrar, “a veces bien, y a veces justito en la puerta”.
Correa, de 28 años, confesó que desde su llegada a la Villa Olímpica, días antes de iniciarse la competición de piragüismo, está disfrutando, “aunque sólo vaya a la pista, compita, me vaya y duerma”. “Esto son los Juegos Olímpicos del canotaje, en los que quizá no podamos disfrutar de las cosas con un poco más de entretenimiento que ofrece la Villa y toda la estructura olímpica, pero disfruto mucho compitiendo, sin ningún tipo de presión externa”, aseveró.