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Con defectos y virtudes, los dos buscaron la victoria pero no pudieron superarse. Independiente y San Lorenzo protagonizaron un entretenido empate por 2-2 en Avellaneda que tuvo todos los condimentos de un gran partido de fútbol, tal vez el mejor que se haya jugado hasta ahora en el Apertura.
El encuentro tuvo un arranque emotivo, con dos equipos que salieron a buscar una victoria que les permitiera salir del difícil momento que ambos atraviesan. Independiente intentó con más profundidad y San Lorenzo apostó a la salida rápida para tratar de aprovechar los espacios. En una jugada brillante, Insúa, a los cuatro minutos de juego, eludió a dos defensores y remató al arco, Ramírez dio rebote y Jairo Castillo la empujó para poner en ventaja al equipo local. Pero San Lorenzo no se resignó y mantuvo su planteo. Fue así que, poco después, en una réplica, Zabaleta puso la igualdad. A partir de entonces quedó planteado un atractivo duelo con dos adversarios que cambiaban ataques en procura del triunfo. Herrera y Barrientos tuvieron, con tiros de media distancia, algunas posibilidades de gol, mientras que Independiente se apoyó en el juego de Insúa y en la movilidad de Castillo para sustentar sus esfuerzos ofensivos. Cerca del final, Riggio aprovechó un centro de Losada y puso el 2-1 para Independiente. La expulsión de Carrizo en el conjunto de Avellaneda cerró un primer tiempo jugado a un ritmo electrizante y espectacular.
En el complemento, los roles se invirtieron: con un hombre menos, el conjunto Bertoni se retrasó para cuidar la ventaja y contragolpear, en tanto que el protagonismo del partido fue asumido por San Lorenzo, que con mucha convicción se fue en búsqueda del empate. Bajo la conducción de Romagnoli, el visitante cercó a Independiente contra su arco hasta que Zabaleta, solo en el área chica y frente al arco, marcó la igualdad que su equipo merecía en el desarrollo del juego. El asedio del cuadro del Bajo Flores continuó y el dominio fue total ante un rival que jugaba cada vez más retrasado. Sobre el final, la expulsión de Walter García en San Lorenzo emparejó las cosas; Independiente buscó un poco más pero no torcer la historia.