DEPORTES › PURO ORO
Un bronce para Lange y Espínola
La dupla argentina logró el tercer puesto en la clase Tornado y se subió al podio. Para Camau fue la tercera medalla en tres Juegos consecutivos.
A los éxitos argentinos conseguidos ayer en Atenas también se sumó la dupla integrada por el correntino Carlos Espínola y el porteño Santiago Lange, quienes ganaron la medalla de bronce al ocupar el noveno lugar en la 11ª y última regata de la Clase Tornado de yachting. La medalla dorada quedó en poder de los austríacos Roman Hagara y Hans Peter Steinacher y la plateada fue para los estadounidenses John Lovell y Charlie Ogeltree. La jornada fue muy emotiva, debido a que la pareja nacional, que inició la regata con escasas posibilidades de pelear por los dos primeros lugares, fue seguida de cerca por los franceses Olivier Backes y Laurent Voiron en la lucha por el tercer puesto de la general.
La medalla para Argentina estuvo en duda en algún momento de la regata, cuando los franceses estuvieron cerca de ganarla. Pero finalmente la dupla argentina logró el noveno lugar en la prueba y aventajó a los franceses –que finalizaron segundos en la competencia– por tres puntos.
Hagara-Steinacher ganaron la medalla dorada con 34 puntos, seguidos por Lowell-Ogeltree (décimos en la última regata), con 45; Espínola-Lange, con 54; y los franceses Backes-Voiron, con 57.
Luego de la carrera, Espínola destacó que le daba “satisfacción haber ganado la medalla con ‘Santi’ (Lange), pero no por ser el único argentino que suma tres medallas en tres Juegos diferentes. La alegría pasa por tener una nueva de bronce con tanto esfuerzo. Eso me llena más que hacer historia o no”, señaló Espínola, que ingresó en la historia olímpica argentina al ser el primer deportista en conseguir medallas en tres Juegos Olímpicos consecutivos: Atlanta 1996 (plata) y Sydney 2000 (plata), en Clase Mistral, y ayer, en la Clase Tornado.
Por su parte, Lange, quien es recibido de ingeniero naval en Sothampton, Inglaterra, afirmó que “se trabajó mucho con Espínola para llegar a la medalla. Cuesta sacarse el sabor amargo por no haber logrado la dorada, pero quiero disfrutar de este momento ya que fueron 20 años de trabajo para ganar esto”, destacó Lange.
En relación con la regata final, Espínola explicó que iban “mirando todo. La estrategia siempre fue escaparnos de Holanda y Australia para asegurar el bronce. Sabíamos que Francia estaba segundo y nos podía complicar los planes, pero siempre estuvimos tranquilos”.
Cuando finalizó la competencia, los argentinos festejaron el podio en la embarcación de los austríacos, ganadores de la prueba. “Festejamos con ellos porque, más allá de competencia a muerte en el agua, hay lealtad deportiva”, dijo Lange, quien dedicó la medalla a sus hijos diciendo que “es hacer un acto de justicia porque les saqué mucho tiempo”.
Los campeones Roman Hagara y Hans Peter Steinacher llegaron a la última prueba con tan sólo tres puntos de ventaja sobre los estadounidenses, y doce sobre los argentinos, por lo que el peligro de perder la medalla era posible. Sin embargo, ellos salieron con mucha decisión, sin pensar en sus rivales. Y de esa forma ganaron con contundencia, ya que el resto de la flota llegó con bastante tiempo de retraso.