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Sebastián Porto parece dispuesto a pelear el Campeonato Mundial de Motociclismo de los 250cc hasta el final. Derrotó incuestionablemente al líder del torneo, el español Dani Pedrosa, en el flamante circuito de Losail, durante el Grand Prix de Qatar, y quedó segundo en la tabla, superando por fin al francés Randy de Puniet. Fue la cuarta victoria del rafaelino en la temporada, tras las conquistas de Italia, Holanda y la República Checa, pero cuando quedan tres carreras para finalizar el campeonato, en Malasia –la próxima semana–, Australia y la Comunidad Valenciana, el déficit de Porto respecto de la punta es de 43 unidades, cuando quedan 75 en juego.
“Ahora nos queda disfrutar de este triunfo –indicó Porto–. Hay que esperar las próximas carreras con muchas ganas. Lo importante es que hemos vuelto a sumar unos puntos importantes y eso nos ha permitido escalar un puesto en la general. Soy consciente de que la diferencia que hay respecto a Dani es grande, pero quedan muchos puntos en juego y aún puede pasar de todo”, comentó el santafesino.
La carrera fue mucho más difícil que lo que indica el lap chart, que muestra a Porto adelante en los 20 giros salvo el inicial, encabezado por Dani Pedrosa. Y el mérito es doble, porque el rafaelino construyó solidez de su vanguardia en una repetición casi metronómica de los tiempos de vuelta. Salvo el inicial, con partida detenida, y el anteúltimo, Porto encerró todos sus giros entre los 123 y los 124 segundos: su mejor vuelta, la 16ª, la completó en 2m03s041; la peor de ese período, la 6ª, la giró en 2m03s999. Es decir, más de 5000 metros de recorrido con apenas un segundo de variación...
Y sin olvidar los embates de Pedrosa y el italiano Alex de Angelis, el más rápido de la carrera, que venían detrás, y con motos mucho más rápidas. Recién en la vuelta 9, Pedrosa quedó a más de un segundo de distancia del argentino, y jamás superó el 1s816 de la décima vuelta, a mitad de carrera, como para descartar la idea de que el español pensaba más en sumar puntos para el campeonato que en la victoria. De hecho, su vuelta más veloz, la 16ª, a la dio en 2mo3s104, apenas, 63 milésimas de segundo más lenta que la mejor vuelta del argentino. “Pedrosa anduvo muy fuerte”, reconoció el ganador.
Además, a lo largo de las 20 vueltas, Porto apenas si superó en un par de oportunidades los 260 km/h de velocidad máxima, casi 5 km/h menos que lo que había registrado su máquina para señalar la pole-position de la competencia. En la tabla general, su Aprilia fue la 13ª moto más rápida... y solo corrían 26.
A la Aprilia de De Angelis, que terminó abandonando por problemas mecánicos faltando dos vueltas, le cronometraron 266,1 km/h de máxima; otra moto italiana, la de Randy de Puniet, marcó 264,1 km/h; la Honda de Pedrosa, con el handicap de peso que beneficia al español, solo marcó 261,9 km/h. Acaso aquí esté otra de las claves del triunfo del argentino: el líder del campeonato no tenía mucha más velocidad para superarlo en la larga recta de Losail.
La victoria tiene un mérito no tan evidente pero no menos real: el circuito se estrenaba, nadie tenía referencias, y haber dominado tanto los entrenamientos como la clasificación y la carrera demuestra una rapidez de adaptación a lo desconocido que, normalmente, tiene que ver con el talento del piloto. Porto se puede enorgullecer de esta conquista acaso más que de otras. “La verdad es que éste fue uno de los mejores Grandes Premios. Estuve adelante el jueves, el viernes y hoy pudimos ganar la carrera, así que fue un fin de semana perfecto. Fue una carrera muy difícil por el calor, que se acentuó en las últimas vueltas”, dijo Porto.
El panorama del campeonato es duro. Pedrosa sumó 254 puntos, contra 211 de Porto: la diferencia es de 43 unidades, y el español podría ganar el título el próximo fin de semana, si saca siete puntos más de ventaja. No ganó mucho más que Porto a lo largo del año (5 a 4) y fue mucho menos efectivo para conseguir el mejor puesto de largada (3 contra 7 pole-position del argentino), pero su eficacia descansa en el podio: se subió allí en 12 de los 13 Grands Prix del año. Una victoria en Malasia lo dejará a las puertas del título.