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En el fútbol existen las paternidades y no hay razones lógicas para explicarlas. Ayer se volvió a comprobar en Avellaneda, donde Vélez derrotó, sin merecerlo, 2-0 a Independiente y estiró su racha exitosa en ese estadio. David Abraham, en contra, y Rolando Zárate anotaron los goles del conjunto de Liniers, que con esta victoria se trepó a la punta, al menos hasta que River juegue esta tarde.
Para los dos, el encuentro resultaba vital de cara a sus aspiraciones en este Apertura. Por eso salieron a estudiarse, sin arriesgar demasiado. Dentro de ese contexto, gracias a la conducción de Batalla, Vélez impresionó algo mejor en esos primeros minutos, aunque sin crear situaciones frente al arco de Navarro Montoya. Independiente dependía bastante de lo que pudiera generar Insúa, pero el conductor rojo estaba muy bien tomado, sin posibilidades de desequilibrar.
Con el correr de los minutos, el equipo de Bertoni no sólo terminó de emparejar el desarrollo, sino que además pasó a ejercer un ligero dominio. Incluso tuvo una chance muy clara para ponerse en ventaja, pero el cabezazo de Jairo Castillo se estrelló en el travesaño. Lo curioso es que cuando mejor aparentaba estar Independiente, Vélez se encontró con el gol. Tras una buena combinación en ataque, Batalla recibió por la derecha y llegó al fondo. Su centro, que iba dirigido hacia Valdemarín, se desvió en Abraham y se coló por el primer palo del sorprendido Navarro Montoya.
A pesar del impacto, Independiente no tardó en responder y otra vez en la cabeza de Castillo tuvo una ocasión muy propicia para marcar. Sin embargo, el envío del colombiano fue bien controlado por Sessa, que mandó la pelota al corner. Pero a pesar de tener más la pelota, al equipo de Avellaneda le costó generar situaciones de peligro, debido a la falta de claridad de sus atacantes. Por eso, la mejor posibilidad estuvo en los pies del lateral Charles, que sacó un zurdazo que desvió bien Sessa. Con Independiente jugado en ataque y Vélez parado de contra, el encuentro se tornó emocionante, porque los dos tuvieron sus ocasiones. El que primero acertó fue Gracián, que hizo una gran jugada y habilitó a Zárate para que el goleador sentenciara el partido.