DEPORTES
Triste y solitario final para la legendaria Copa Intercontinental
Sin equipos argentinos, con dos clubes de escaso renombre como Once Caldas y Porto, hoy es la despedida formal del mítico torneo.
Durante 44 años, fue el trofeo más importante que los clubes de Sudamérica y Europa aspiraban conseguir. Y el fútbol argentino siempre prestigió esta competencia al entregarle un total de nueve títulos, un record que ningún otro país pudo igualar. Se trata de la Copa Intercontinental, que hoy en Tokio estaba previsto que a partir de las 7 se disputara por última ocasión. El partido entre el Once Caldas y Porto marcará la despedida de este legendario torneo que consagró a grandes equipos y talentosos jugadores.
La primera edición se disputó en 1960, entre el Real Madrid de Alfredo Di Stefano, ganador de la Copa Europa –actual Champions League–, y Peñarol, el primer campeón de la Copa Libertadores. El conjunto “merengue” se quedó con el título tras empatar sin goles en Montevideo e imponerse 5-1 en el Santiago Bernabeu. A pesar de la gran relevancia que adquirió el torneo en sus primeros años, recién contó con la participación de un equipo argentino en 1964. Independiente intentó ganarla frente al Inter que dirigía el argentino Helenio Herrera, que finalmente se impuso en un tercer partido que se disputó en Madrid. Al año siguiente, el enfrentamiento se repitió y el ganador también, sólo que en esta ocasión el resultado fue claramente favorable a los italianos, que tras llevarse un 0-0 de Avellaneda, definieron con un claro 3-0 en Milán.
Dos años después, en 1967, el fútbol argentino tuvo su primer campeón. El mítico Racing de Juan José Pizzuti, que se enfrentó con el Celtic Glasgow de Escocia. Racing perdió 1-0 como visitante y luego ganó 2-1 la revancha. El tercer partido se llevó a cabo en el Centenario de Montevideo. Con aquel recordado remate de larga distancia ejecutado por el Chango Cárdenas, Racing venció por 1-0 y se coronó campeón.
Estudiantes ganó la siguiente edición ante el Manchester de Bobby Charlton y el irlandés George Best, con un triunfo en la cancha de Boca y un empate 1-1 logrado en Old Trafford, merced a un cabezazo de la Juan Ramón Verón. El equipo de Zubeldía protagonizó dos finales más en las siguientes ediciones ante el Milan de Italia y el Feyenoord de Holanda. Cinco años tardó la Intercontinental en retornar a la Argentina y lo hizo gracias a una mágica pared que Bertoni y Bochini llevaron a cabo en el estadio Olímpico de Roma, y que terminó con una precisa definición del diez. Con ese gol, Independiente alcanzó por primera vez este torneo al derrotar a la Juventus en la primera edición disputada en un único choque. En 1978, la Intercontinental se tiñó por primera vez de azul y oro. Tras empatar 2-2 ante el Borussia Moenchengladbach, Boca obtuvo una recordada victoria 3-0 en Alemania con goles de Salinas, Mastrángelo y Felman. Pero a finales de los ‘70, la competencia había perdido cierto interés. Incluso en 1975 y 1977 el torneo no se disputó. Fue entonces que en 1980 comenzó a jugarse en un único encuentro en Japón, bajo el auspicio de la empresa automotriz Toyota.
Bajo este formato, Independiente la ganó por segunda vez en 1984 ante el Liverpool con un gol de Percudani. Doce meses después, Argentinos jugó una recordada final ante la Juventus de Platini, que terminó 2-2 y que se definió por penales en favor del equipo turinés. En 1986 fue el turno de River, que la conquistó con un gol del uruguayo Alzamendi frente al Steaeaua Bucarest. Luego siguió una sequía de ocho años para el fútbol argentino, hasta que un equipo de Carlos Bianchi se encargó de quebrarla. Fue en 1994 cuando Vélez se consagró gracias a un 2-0 ante el Milan. En el 2000, el entrenador volvió a repetir, pero esta vez al frente de Boca, que con dos goles de Palermo batió 2-1 al Real Madrid. El año pasado, nuevamente bajo su conducción, el club boquense la ganó por tercera vez, en una definición por penales ante el Milan.
Hoy, en el Estadio Olímpico de Tokio, la Copa Intercontinental entrará en el recuerdo tras brindarles a los hinchas de Sudamérica y Europa más de cuatro décadas de gran fútbol y emociones. Se la va a extrañar.
Producción: Leonardo Castillo.