DEPORTES › LOS MECANISMOS DEL PRESIDENTE DE NEWELL’S PARA PERPETUARSE EN EL PODER

Las urnas de López están bien guardadas

El equipo rosarino puede consagrarse campeón si saca, al menos, un punto ante Independiente, pero su vida institucional contrasta con esa realidad. A partir de manejos oscuros, el titular logró que una junta electoral adicta suspendiera las elecciones previstas para hoy.

 Por Gustavo Veiga

El fútbol diseña paradojas hasta el infinito. Lo que el juego edifica, y también glorifica, ciertos personajes lo demuelen con sus conductas. Eduardo José López, el presidente de Newell’s, se ha empecinado en mantener el poder, escamoteado en las vísperas de un título, y sus adversarios juran que no se saldrá con la suya. El sombrío personaje, “un resabio menemista”, para el candidato opositor Luis Boselli, o “el peor presidente de la historia”, al decir del empresario Eduardo Bermúdez, -otro aspirante a sucederlo–; espera un veredicto, a medida que se anticipa sin urnas y plagado de impugnaciones. Su historia es la historia de diez años consecutivos en la conducción, que a sus detractores se les antojan tantos como el centenario del club. En semejante tiempo, López pudo construir un entramado de complicidades, que incluye a funcionarios provinciales, medios periodísticos y barrabravas dispuestos a acompañar su obra, mientras pasan por alto sus negociados dentro o fuera de Newell’s.
La interna política del club rosarino señala que López llegó a la presidencia en diciembre de 1994 por el voto de los socios que hoy escarmienta. Su habilidad radica en inflar o maquillar padrones, como lo sintetizó Rafael Bielsa en una nota de opinión publicada por Clarín el pasado 7 de octubre. Allí, el canciller, integrante del Movimiento Centenario que lleva a Boselli como postulante, sostenía: “...el registro de socios más parece una transcripción casi textual de la guía telefónica, que un documento responsable”. Un dato lo corrobora: Newell’s vio reducida su cantidad de socios en condiciones de votar de 55.000 a 21.000.
Los que obtuvieron el carnet del club y la chance de ver al equipo diecinueve partidos por temporada, a cambio de sólo 5 pesos anuales por gastos administrativos, ni con esa prerrogativa, respaldarían a López en comicios transparentes. Esta es una de las tantas informaciones –a modo de encuestas– en que se apoyan sus opositores para calificar como ilegítima su continuidad por un nuevo período de cuatro años. Pero el presidente, una especie de ave fénix que desafía hasta la mitología, replica cada vez que le pegan.
“López y sus cómplices objetaron 13 firmas por ser supuestamente falsas, sobre 535 avales”, precisó el abogado Gabriel Monserrat, candidato a vicepresidente por el Movimiento Centenario. Asimismo, calificó como “una parodia, una fantochada...” al comicio, que en principio, estaba previsto para hoy y que quedó suspendido por la junta electoral adicta a López.
Como especialista en derecho, Monserrat conoce en detalle el prontuario judicial de su adversario y respalda sus comentarios con una sentencia de la Corte Suprema de Santa Fe en la mano. El fallo que le hizo llegar a Página/12 data del 16 de abril del año pasado y está referido a una queja interpuesta por el presidente contra un dictamen de la Sala Cuarta de la Cámara de Apelación en lo Penal de Rosario, en los autos “López, Eduardo José/infracción artículos 18 y 88 del Código de Faltas”. Monserrat agregó que “se trata de una sentencia firme por una de las contravenciones más graves en la provincia como organizar juego ilegal”.
Un juez de Primera Instancia había condenado al máximo dirigente de Newell’s el 27 de noviembre de 2002, a diez días de arresto de cumplimiento condicional, una multa y la clausura por treinta días del local donde funcionaba el bingo Montparnasse. Hoy, López, forzado a alejarse de los bolilleros y de los números, incursiona en rubros tan dispares como el farmacéutico y el de los combustibles. Se le atribuye la propiedad de una estación de servicio ubicada en la esquina rosarina de Necochea y Pellegrini, donde se vende nafta que no responde a ninguna de las marcas conocidas en plaza.
Sus actividades comerciales en el ámbito privado también se entrecruzan con su desempeño como presidente de Newell’s, cuando se analiza la situación “6” en la que se encuentra ante el Banco Municipal de Rosario. Más de dos centenares de cheques sin fondos, a nombre suyo o del club, hanvolado a manos incautas que esperan una reparación. De la convocatoria de acreedores que soporta la institución, poco más se sabe que una cosa: en octubre pasado venció la primera cuota. Mientras tanto, López parece inquietarse más porque en el mapa de Rosario, que su comuna hizo distribuir con motivo del último Congreso de la Lengua Española, no figura el estadio del Parque Independencia. Un desliz por el cual la emprendió contra el intendente.
Pero si de deslices se trata, habría que preguntarle qué piensa del tema a Luciano Palos, el arquero desplazado por Américo Gallego del primer equipo. Como no juega ni sale en el banco de suplentes, tampoco cobra sus haberes. Una lindeza más que podría incluirse en la plataforma electoral del casi perpetuo candidato oficialista. El mismo que suele ir a la cancha con custodia y observa el entorno que lo rodea a través de los vidrios polarizados de su automóvil. Un personaje, que muy de vez en cuando, suele viajar a Buenos Aires para atender asuntos vinculados al fútbol. Como la oportunidad en que procuró el respaldo de la AFA mientras gestionaba que los turcos del Fenerbahce liberaran a Ariel Ortega para jugar en Newell’s. Aunque si su presencia no es necesaria, delega los asuntos del club en el vicepresidente Rubén Yacopino, uno de sus fieles.
“La AFA es cómplice de López”, sostienen los opositores del empecinado dirigente, acaso por el papel que jugó su presidente ante la FIFA para destrabar la compleja situación que afectaba al Burrito. “Es un fascista”, exclama Monserrat. “Lo relaciono con Saadi o con la Nina Juárez”, compara Boselli. “El presidente compra conciencias”, había expresado a principios de año Bermúdez, el líder de la Lista 2 de Junio, cuando la oposición no había definido candidaturas.
Sea como fuere, a López es difícil quitarle lo bailado y quizá lo que todavía tenga por bailar. “El problema no es López. Lo son, en cambio, los funcionarios provinciales que con supino desapego de las normas jurídicas y éticas inherentes al cumplimiento de sus funciones escamotean, eluden e ignoran la legítima pretensión de que, quienes somos socios sin reproche, podamos decidir democráticamente si López debe irse...”, escribió Rafael Bielsa, el hermano mayor de Marcelo que, una de las listas opositoras, sueña designar como manager del club, en un tiempo que hoy parece lejano. Aunque no tanto como la escasa cantidad de días que le auguran en el cargo al presidente, sus más enconados adversarios.

Investigación: Desde Rosario, Alejo Diz.

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Eduardo López, diez años al frente de la presidencia de Newell’s.
 
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