DEPORTES
El 2005 arranca en velocidad
El año deportivo puede haber terminado, pero el 2005 no demora en arrancar, con dos acontecimientos internacionales de marca registrada: hoy comienza en Barcelona el tradicional rally-raid Dakar, que terminará en la capital de Senegal el 16 de enero, y mañana se disputará la tradicional competencia atlética de San Silvestre por las calles de San Pablo.
La 27ª edición del Dakar, que comienza en Barcelona, se anuncia más abierta que la precedente, gracias a un recorrido más corto que facilita la navegación, un reglamento corregido para nivelar los valores y un importante incremento de participantes en la categoría de autos. Participarán 695 vehículos, de los cuales 167 son autos y 237 motos.
Por ello, para evitar que Mitsubishi en auto y KTM en moto consigan muy fácilmente una quinta victoria consecutiva, los organizadores hicieron todo lo posible para que la prueba sea menos previsible. Comenzaron por modificar el recorrido, que atravesará cinco países: España, Marruecos, Mauritania, Malí y Senegal. El trayecto será más corto (9000 kilómetros contra los 12 mil de la edición anterior), pero también más denso que en 2004, con una sensible reducción de los tramos de enlace (3606 km contra 5735 km en 2004). “Habrá más arena, y mayores pasos por las dunas”, precisó Patrick Zaniroli, director deportivo de la prueba. Habrá cuatro argentinos corriendo en moto, tres brasileños y cinco chilenos.
Más de 10.000 atletas, aficionados y profesionales iniciarán la 80ª edición de la carrera de San Silvestre, una de las más tradicionales pruebas del circuito atlético latinoamericano, con el keniano Robert Cheruiyot como franco favorito.
Como todos los años desde hace varias décadas, la largada de la carrera de casi 15 kilómetros será una verdadera fiesta, con corredores vestidos de novia, Hombre Araña, Pedro Picapiedras o con máscaras del presidente Lula, mientras los favoritos largan en un pelotón más adelante.
La galería de corredores que cubren la distancia acompañados por sus perros, jugando con una pelota de fútbol, portando carteles, esforzados atletas en sillas de ruedas y ex obesos que coronan el esfuerzo de su recuperación, volverá a llenar de color las calles.
La tradicional San Silvestre recorre parte del centro de la ciudad, pero sin dudas el gran momento, en que se define la prueba, es el tramo de los dos kilómetros finales. Ese segmento decisivo comienza cuando los corredores llegan a la plaza de Sao Francisco, con poco menos de 13 kilómetros recorridos, y toman la avenida Brigadier Luis Antonio, con una impresionante subida en los 811 metros finales del tramo.
Es en esa subida donde se decide la agotadora prueba, y las 79 ediciones corridas (tres de ellas ganadas por el argentino Osvaldo Suárez en 1958, 1959 y 1960) son innumerables los casos de atletas que encabezaron las posiciones, aunque no resistieron la avenida empinada, para “arrojar la toalla” a poco del final. Después de remontar esa demoledora subida, los atletas ingresan a la recta de llegada, para cruzar la línea 400 metros más adelante. “La subida del final es tremenda. En 2002 yo vencí con solamente siete segundos de ventaja. Hice un esfuerzo enorme”, recordó esta semana el keniano Cheruiyot.