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Por Daniel García Marco
Desde Melbourne

Cuatro de cinco. El tenis argentino volvió a hacer casi un pleno y clasificó a cuatro de los cinco tenistas que jugaron en la madrugada de ayer a la tercera ronda del Abierto de Australia: Guillermo Coria, David Nalbandian, Guillermo Cañas y Juan Ignacio Chela. Sólo Mariano Zabaleta se quedó fuera. Anoche jugaban Gastón Gaudio, ante el eslovaco Domini; Hrbaty, y Mariana Díaz Oliva, frente a la rusa Svetlana Kuznetsova.
Coria eliminó en un duro partido al brasileño Ricardo Mello 6-4, 6-7 (3-7), 6-3, 7-6 (7-3) y en tercera ronda se medirá con el español Juan Carlos Ferrero. “Tengo ganas de enfrentarme a él, quiero revancha de aquel partido de Roland Garros en el que él estaba mal en el tobillo y al final me pasó por encima”, dijo Coria.
“Me encantaría la revancha”, insiste el argentino, sexto favorito en Melbourne y que celebró el cumpleaños de su mujer, Carla, con una peleada victoria de casi cuatro horas. El año pasado no pudo celebrar ese cumpleaños al caer eliminado del primer Grand Slam de la temporada.
“Si estoy loco como antes, este partido lo pierdo”, dice resumiendo la dificultad y el cambio experimentado en su mentalidad. Mello, sin nada que perder, brilló con su derecha, que hizo mucho daño a Coria, exigiéndole el máximo. “Jugó bien, lo metí todo, pero estoy feliz de volver tan rápido a este nivel”, explicó.
Nalbandian ganó más cómodamente que Coria al español Santiago Ventura 6-0, 6-3, 2-6, 6-2, y ya mira su enfrentamiento con el chileno Fernando González. “Estoy contento por haber ganado, aunque el juego fue feo porque había mucho viento”, explicó el jugador argentino, que ganó los dos primeros sets con mucha facilidad, pero que luego se vio sorprendido por el español en el tercer set.
“Me relajé porque estaba muy cómodo, con poner en la cancha la bola ganaba el punto. Bajé y él jugó mejor, pero en el cuarto set volví”, analizó Nalbandian.
El jugador cordobés se medirá con González, que derrotó al ruso Igor Andreev y con el que tiene un buen balance de tres victorias en cuatro enfrentamientos. “Me gusta jugar con él, me cae bien su juego, aunque será un partido duro porque está en gran forma”, señaló.
Por su parte, Cañas se impuso al español Fernando Verdasco 3-6, 7-5, 6-3, 6-0 en 2 horas y 46 minutos. Cañas nunca le ganó a Verdasco en los tres enfrentamientos precedentes y, según empezó el partido, todo indicaba que se iba a repetir la historia. El español ganó 6-3 el primer set y tuvo ventaja de 4-1 en el segundo, en el que dispuso de tres puntos de set con su servicio en el 5-4.
Verdasco desperdició los tres puntos para ganar el set, con dos dobles faltas, y a partir de ahí se derrumbó. “Verdasco saca y devuelve bien y tiene dos golpes de fondo muy duros. Nunca me siento cómodo con él, pero por fin logré vencerlo, y encima en un Grand Slam”, dijo Cañas, aliviado.
El segundo set fue el momento decisivo del partido. “Yo busqué la fórmula para recuperar y por suerte él cometió errores y, a partir de ahí empecé a mejorar”, dijo Cañas, que no cree que fuera Verdasco el que perdiera el partido pese a las oportunidades que desperdició el español. El rival de Cañas en tercera ronda será el checo Radek Stepanek, un jugador duro e imprevisible al que podría enfrentar en Buenos Aires en marzo por la Copa Davis.