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A excepción de Norberto Alonso –quien advirtió claramente que no le interesa dirigir, por lo menos por ahora–, Diego Latorre y José Luis Chilavert, prácticamente todos los que, contratados o “invitados”, han pasado por el hemiciclo del programa televisivo La última palabra que emite la señal de cable de Torneos y Competencias, Fox Sports, han sido o son directores técnicos en la Argentina o en el extranjero, dejando de lado, por supuesto, al monaguillo-comparsa-modelo de implantes capilares de Fernando Niembro, Pablo Vilouta. Más allá de los jugadores en actividad, la lista variopinta de entrenadores que utilizaron la televisión como cambalacheada vidriera insolente es extensísima.
Independientemente de la capacidad del conductor del ciclo para instalar el pensamiento único del tacticismo o el supuesto debate de ideas (Niembro es, con mucho, el más perversamente capacitado para estos menesteres, tan funcionales al show como inconducentes para el debate de verdad), el desfile incesante de franeleros ha convertido al programa en un clásico del régimen.
La última operación inmobiliaria del programa parece estar demasiado emparentada con la llegada a River de un ex habitué del programa, Reinaldo Merlo, hecho ocurrido para la historia oficial –la que, por supuesto escriben “ellos”, los que “ganan”– a las pocas horas de la “renuncia indeclinable” de Leonardo Astrada, en decisión supersónica de la dirigencia que comanda José María Aguilar, otrora adherente al llamado Foro Social que bregaba por evitar la privatización de los clubes de fútbol... ¿Quién seguirá?