EL PAíS
Francia está satisfecha pero quiere al Angel Rubio en persona
La Cancillería francesa manifestó su “emoción” por la identificación del cuerpo de Léonie Duquet, destacó el trabajo del Equipo de Antropología Forense y confió en que se avance en el proceso de verdad y justicia para juzgar a los responsables de la represión.
Por Eduardo Febbro
Desde París
La identificación del cuerpo de la religiosa francesa Léonie Duquet fue recibida con expectativas por las autoridades francesas. Sin embargo, aunque su alcance emocional sea grande, París no modificó su posición. El descubrimiento de los restos alentó más bien las demandas de que Astiz sea extraditado a Francia. París ya cursó en tres oportunidades un pedido de extradición y sigue esperando que Buenos Aires decida dar curso a la solicitud. Ayer, el portavoz de la Cancillería francesa, Jean-Baptiste Mattéi, declaró que las autoridades se “enteraron con emoción de la noticia y quieren expresar su reconocimiento por el trabajo realizado sin descanso desde hace más de 20 años por el Equipo Argentino de Antropología Forense, que se consagra a la búsqueda e identificación de los cuerpos de las víctimas de la dictadura militar”. Seguidamente, el portavoz reiteró lo esencial: el gobierno desea “que la identificación de los cuerpos contribuya a que avancen los procesos judiciales en curso a fin de que se conozca toda la verdad sobre este trágico período”.
Mattéi manifestó su “solidaridad” con la familia de la otra religiosa, Alice Domon, cuyo cuerpo no fue encontrado, “así como con todas las familias de los desaparecidos que esperan que los cuerpos de los seres cercanos les sean restituidos”. Ni el Ministerio de Relaciones Exteriores ni el de Justicia revelaron si tienen intenciones de activar otro pedido de extradición. Sin embargo, la abogada de las familias de desaparecidos franceses, Sophie Thonon, reiteró que iba a pedir a las autoridades francesas que reclamen nuevamente la extradición de Astiz. Thonon consideró además que la identificación del cuerpo transforma “aún más en escandaloso el arresto de Astiz en una cárcel de lujo”. Para la abogada, “Astiz está preso en una cárcel naval cuando en realidad ya no forma parte de las tropas navales”. Sophie Thonon reiteró que ya exigió que Buenos Aires trasladara a Astiz a “una cárcel de presos comunes”.
Es preciso recordar que los trámites para la extradición de Astiz dieron lugar a varias controversias. Las gestiones hechas por Francia hace dos años estuvieron bloqueadas en la Cancillería argentina. Buenos Aires argumentó entonces que los documentos no estaban “completos”, pero los abogados de las familias francesas siempre sospecharon que hubo “intenciones deliberadas” de demorar el trámite. A ello se agrega el hecho de que el juez español Baltasar Garzón ya había interpuesto antes el trámite de extradición y puede tener prioridad sobre el francés. Según la Ley argentina de Cooperación Penal con otros países, España tiene prioridad. Entre las condiciones que figuran para que la solicitud francesa pueda hacerse efectiva, París debe comprometerse a anular el juicio que se le hizo en 1990 a fin de garantizarle a Astiz el derecho a la defensa. Si Francia lo condena otra vez, la pena no puede exceder los 25 años previstos por la ley argentina.
Thérèse Logereau, que fue hermana superiora de las dos monjas en la misión Hermanas de las Misiones Extranjeras y además trabajó con ambas en la Argentina, dijo a Radio Francia Internacional que para ella “era un día importante”. La hermana recordó que en el momento de los hechos las autoridades argentinas argumentaron que las dos monjas se habían ido del país. La hermana Thérèse consideró que el hallazgo del cuerpo de Léonie Duquet es “un mensaje para todas las mujeres, para todos los desaparecidos anónimos, para toda la gente de los barrios de los cuales nunca se habla. Creo que es un reconocimiento de todo ese pueblo, es una victoria de todos quienes siguen buscando lo que pasó”.