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Hubo pocas protestas. Militantes de pequeños grupos, como el MUP-20 de Diciembre y el Movimiento Juvenil 26 de Junio, hicieron una marcha por el centro, pero ayer las agrupaciones piqueteras con mayor capacidad de movilización, contra lo que habían anunciado, no salieron a la calle. “Nos estamos haciendo un replanteo”, dijo Néstor Pitrola, del Polo Obrero, al ser consultado sobre el tema. “Revisamos cómo seguir y vemos preferibles las medidas comunes: apostar a que el viernes haya una movilización fuerte en lugar de que cada cual siga haciendo cosas desperdigadas.” Horas después, Juan Carlos Alderete aclaró que la Corriente Clasista y Combativa no va a boicotear los actos de campaña del kirchnerismo, como había dicho el lunes. “Fue un exabrupto del que me arrepiento”, consideró; “sería una confrontación que no nos llevaría a nada”. Las declaraciones de los dos dirigentes reflejan el debate interno que atraviesa al movimiento de desocupados frente a la decisión del Gobierno de impedir los cortes de ruta con el despliegue masivo de las fuerzas policiales.
Las 25 organizaciones piqueteras de la oposición se reunieron en la sede de la Federación Universitaria de Buenos Aires para discutir su plan de lucha. Aunque para hoy está previsto que haya acciones sorpresivas, el grueso de los participantes decidieron suspender las medidas individuales y concentrarse en la marcha que el viernes al mediodía saldrá del hospital Garrahan, junto al personal no médico, la dos Conadus (las confederaciones de docentes universitarios) y la FUBA.
“Hay dos visiones que están haciendo crisis sobre cómo tienen que ser las protestas”, definió uno de los referentes consultados. “En el debate sobre cómo continuar con las medidas, la discusión está mezclada con otros temas, como la disputa mediática e incluso la cuestión electoral. Hay sectores que van a presentarse a las elecciones y se inclinan por no irritar a la clase media porteña, mientras otros ven mejor aumentar las movilizaciones.”
El Movimiento Teresa Rodríguez, que conduce Roberto Martino, es uno de los que volverán a salir después de haber pasado un tiempo con menor presencia callejera. “Sólo vamos a ir a la marcha del viernes, porque nos planteamos que lo importante es pasar a la cuestión multisectorial, para que los reclamos sean más difíciles de estigmatizar por parte del Gobierno”, dijo Martino. Por su parte, la Corriente Clasista y Combativa y el Frente de Trabajadores Combativos ratificaron protestas para hoy, de carácter regional.
Desde la Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reafirmó que el Gobierno no va a abrir el diálogo con grupos piqueteros “hasta que cesen en la forma de protesta” con cortes de tránsito y volvió a criticarlos por “usar a la sociedad como objeto de extorsión”.
También el ministro del Interior, Aníbal Fernández, supeditó la posibilidad de negociar con los piqueteros a una “renuncia pública” de parte de esos grupos “a no cortar ni puentes ni calles y terminar con su metodología”. Las declaraciones del día no mostraron diferencias con las posturas conocidas durante la semana. Chiche Duhalde volvió a decir que la política del gobierno le gusta (“me alegro que hayan entendido que a esto hay que ponerle un límite”, sostuvo) y Mauricio Macri le hizo coro, al mostrarse convencido de que el Ejecutivo está haciendo “lo correcto”, que es “lo que vengo diciendo hace más de un año”.
Una de las pocas novedades de la jornada fue que el Centro de Estudios Legales y Sociales pidió informes a la cartera de Interior sobre las medidas de seguridad adoptadas. En una carta dirigida a Aníbal Fernández, con copia al secretario de Seguridad Interior, Luis Tibiletti, el Cels pidió conocer “cuáles fueron las órdenes dadas” a las fuerzas de seguridad “durante la manifestación del 26 de agosto en el Puente Pueyrredón” y “cuál ha sido la evaluación del Ministerio sobre la represión a una protesta piquetera en la Rural, en la que varias personas fueron heridas”. El organismo manifestó finalmente que ha comprobado que en los operativoslos efectivos tapan su chapa de identificación con el chaleco policial, y recordó su preocupación por la presencia de policías de civil en anteriores manifestaciones.