EL PAíS
Los PRO, con el piquete en la Boca
Macri y López Murphy lanzaron Propuesta Republicana (PRO). Prevaleció el discurso antipiquetero. También contra “el aparato”.
Por Adriana Meyer
“Permiso, che... ¡qué pasa que no me deja pasar este piquete en la puerta del escenario!” Era la voz de Mauricio Macri, en la oscuridad, poco antes de hacer su aparición en la presentación formal de Propuesta Republicana (PRO), el frente que el presidente de Boca selló con Ricardo López Murphy. “Perdón por la demora, pero este piquete estaba terrible”, se excusó ante el público sobre la pasarela de un galpón abandonado en Avellaneda, lugar elegido para el acontecimiento. La modalidad de protesta de los desocupados se transformó en la muletilla del discurso de Macri, utilizada obviamente en sentido peyorativo. López Murphy volvió a la carga con el “Bulldog” e instó a “vencer la apatía y la abstención” porque “si no vota el aparato”, en un marcado clima de fiesta de egresados.
Si hubiera sido un sábado de la década del ’80, la concurrencia, las luces, los patovicas de la puerta habrían indicado el ingreso al boliche bailable Hollywood, que funcionó allí en Chacabuco 80. De hecho, al entrar a ese galpón de unos 900 metros cuadrados, que a principios de siglo fue un depósito lanero, se distribuyó una pulserita flúo para acceder al corralito VIP. El lugar fue elegido porque “es el límite entre las dos jurisdicciones en donde se dará la pelea electoral” y porque es la zona “en donde los piquetes más afectan a los comerciantes”, según explicaron. El slogan estrenado fue “Vamos que venimos”, una frase utilizada en televisión para avisar que se sale del corte y se vuelve al aire, en vivo.
El público bullanguero –munido con percusión y vientos, compuesto por las agrupaciones El Aguante de la empresaria Silvia Majdalani, de la menemista Paola Spatola y del Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar– no se mezcló, por la valla que los separó, con Eugenio Burzaco, Jorge Macri, Esteban Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, el diputado Jorge Vanossi y el ex diplomático menemista Diego Guelar.
Pasadas las 19 arrancó el acto con “Hoy puede ser un gran día”, de Joan Manuel Serrat, en la versión de Víctor Manuel y Ana Belén, y con el ingreso de un niño portando la bandera. A continuación, en las pantallas laterales se proyectó un video con la vida del “Bulldog Murphy”: el padre, la madre irlandesa, la infancia, el hobby, la mujer, fueron las imágenes de perros de esa raza en diferentes situaciones. “La conciencia tranquila”, fue un can descansando, y por último: el Senador.
El acto prosiguió con la misma impronta, entre publicitaria y televisiva, con papelitos que caían desde el techo y la aparición de López Murphy, de sport, con pantalón de corderoy y campera. Salió López Murphy y entraron Las Boquitas, porristas oficiales de Boca Juniors, que con sus descubiertos traseros en azul y oro encendieron a la platea. Salieron las chicas y entró Macri, también de sport aunque un poco más acartonado. “¡¿Cómo puede ser que estemos atrapados en un gran piquete desde hace 50 años y no podemos avanzar, que nos dejemos piquetear la libertad, la casa, los ahorros?!”, arrancó el dirigente de fútbol con oratoria impostada. “Tenemos que cambiar si no... siamo fuori”, siguió en tono futbolero. Su breve discurso culminó con el tema musical del Mundial de Italia, con los jóvenes PRO arriba del escenario batiendo palmas y una estatua viviente que simbolizaba la Argentina. En ese momento los televisores sintetizaron las propuestas de PRO: no cobrar impuestos a quienes ganen menos de 800 pesos, ser parte del equipo de fútbol más admirado, que los chicos tengan 180 días de clase, que criticar no signifique desestabilizar, que se pueda dormir tranquilo cuando los pibes van a bailar (aplausos). Con un fondo musical de violines volvieron a aparecer los candidatos de la mano. Mientras tanto, los televisores mostraban imágenes de las películas Forrest Gump y La sociedad de los poetas muertos.