[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

A punto de consagrarse campeón con el Corinthians y, además, el mejor jugador del fútbol brasileño de la temporada, Carlos Tevez mandó avisar que no está interesado en irse a jugar a Inglaterra antes del Mundial 2006, aunque su representante, Adrián Ruocco, no descartó una negociación futura con el Chelsea, el equipo propiedad del millonario ruso Roman Abramovich, a quien se sindica como el verdadero propietario de Media Sport Investment (MSI), la empresa que gerencia al Corinthians y cuya cara visible es el iraní Kia Joorabchian. Abramovich, que apunta a crear la más grande multinacional del fútbol (ver aparte), habría sugerido el trueque de Tevez por Hernán Crespo, el delantero argentino del club londinense.
“Carlos está muy feliz en Brasil, se adaptó totalmente. Ir a Inglaterra no sería tan simple, tendría que adaptarse nuevamente. Para Carlitos no es todo dinero”, dijo Ruocco. El delantero de la Selección llegó al Corinthians a cambio de más de 20 millones en enero, dos meses después de que el club brasileño firmara un contrato de gerenciamiento con MSI, la empresa de Joorabchian que ya lleva gastados cerca de 60 millones de dólares.
A un año de la firma de ese convenio, celebrado el 23 de noviembre de 2004, el Corinthians está a punto de ganar el Campeonato Brasileño –lo logrará el domingo si vence al Ponte Preta– luego del desarrollo más escandaloso en la historia del certamen, tanto que, el lunes pasado, un senador del PT propuso dictar una ley que autorice volver a jugar partidos arreglados. Once partidos de este torneo, dirigidos por el árbitro Edilson Pereira do Carvalho, tuvieron que volver a jugarse luego de que se descubriera que el referí había estaba vinculado con las apuestas.
Además, a comienzos de noviembre, Fernando Carvalho, el presidente del Inter de Porto Alegre, el equipo que pelea el título con el Corin- thians, denunció que los jugadores del Paraná habían recibido 2000 reales cada uno para vencer al Inter. “Si fuera un buen administrador –le retrucó el vice del Corinthians, Andrés Sánchez– le hubiera puesto 3000 reales a cada jugador.” “Si tuviéramos que invertir dinero –replicó Carvalho– lo pondríamos en nuestros jugadores.”
El último escándalo, el domingo pasado, ocurrió durante el partido entre Corinthians e Inter, cuando el resultado era 1-1 y el arquero del equipo de Tevez, Fabio Costa, le cometió penal al delantero Tinga. El árbitro internacional Marcio Rezende no sólo no cobró la falta sino que expulsó al delantero del Inter pretendiendo que había simulado. “Lo que pasó es una vergüenza –se quejó Carvalho–. Es mejor darle la Copa enseguida al Corinthians.” Más duro fue el entrenador del Inter, Muricy Ramalho: “Tenemos que estar atentos a inversiones y esas cosas, porque si empezamos así sólo habrá un equipo. El árbitro (por Rezende) no tuvo coraje de dar el penal; el campeonato ya estaba manchado y él lo volvió a manchar”.
“No hemos abierto negociaciones ni lo haremos. Tevez jugará por lo menos un año más por el Corinthians”, expresó ayer Sánchez. Pero, para después, el delantero parece tener destino inglés; ya lo había afirmado el diputado brasileño Romeu Tuma a comienzos de año: MSI “terminará escapando de Brasil” e “inevitablemente” llevará al argentino a Chelsea.