DEPORTES
Cuatro cambios sincronizados
Mañana se juegan muchas cosas. Incluso, en cierto modo, el destino histórico de una brillante generación de futbolistas. Porque es sólo un partido, pero es también una clasificación, y es nada menos que un Mundial... Muchos de estos jugadores no tendrán otra oportunidad de disputar en absoluta plenitud –como están ahora– un nuevo torneo universal. Por eso se juegan tantas cosas, mucho más que un partido contra Suecia. Por eso tanto quienes jueguen, tengan esa oportunidad, como quienes no lo hagan, lo vivirán muy especialmente. Es una parada muy particular.
Cuatro cambios parecen muchos si se producen todos de golpe y en una situación límite, pero eso es a lo que apeló Marcelo Bielsa para afrontar mañana de madrugada –3.30 hora de Buenos Aires– el decisivo encuentro ante Suecia en el que Argentina necesita ganar para acceder a los octavos de final y no terminar en rotundo fracaso su participación en la Copa del Mundo. El partido se jugará en la sede japonesa de Miyagi y será arbitrado por el árabe Ali Bujsaim, quien controló el partido inaugural entre Francia y Senegal y por cuyo desempeño fue considerado como el mejor juez de la primera fecha del Mundial.
¿Qué ha hecho Bielsa? Sacar a inamovibles, y por distintas razones. En principio, excluye a dos referentes del plantel como Juan Sebastián Verón y Diego Simeone, por ostensible bajo rendimiento, acaso producto -también– de un bajón físico más el remezón de antiguas lesiones. Además saca a un marcador volante de altísimo rendimiento en el debut, pero opaco ante Inglaterra, Juan Pablo Sorin, que tiene fatiga muscular, y a un defensor lateral izquierdo como Diego Placente, que jugó los dos partidos iniciales por la lesión de Roberto Ayala y que, tras un debut impecable, tuvo vacilaciones y problemas con los ingleses que anduvieron por su lado, Owen y Cía. Esos son los casi confirmados cuatro excluidos.
¿Por quiénes los ha reemplazado Bielsa? En nombres –pero no en ubicaciones dentro del campo de juego–, los nuevos titulares serán Pablo Aimar, Matías Almeyda, Claudio López y José Chamot. Claro que la simple mención de este cuarteto obliga necesariamente a reubicar las piezas en su debido lugar, dibujando otro equipo al que groseramente se puede considerar “más ofensivo” que el presentado en los encuentros ante Nigeria e Inglaterra.
Bielsa, en las 48 horas posteriores a la caída frente a los británicos, analizó las zonas oscuras de este plantel ganador hasta el hartazgo, fue analizando uno a uno los puntos flojos observados ante los dirigidos por el sueco Eriksson, empezando por la forzada adaptación de Samuel a la función de líbero que originalmente correspondía a Ayala. Por eso, ante Suecia será el discutido José Chamot, quien ya cumplió largamente esa función en varios equipos europeos, el que tendrá ahora la misión de barrer todo lo que dejen pasar el propio Samuel por izquierda y Pochettino por derecha.
Para el costado izquierdo del mediocampo, Bielsa cuenta habitualmente con Sorin, que marca y ataca insuperablemente bien. Ahora, ante la necesidad de sustituirlo, ha optado por su vecino zonal, Kily González, que siempre trabaja por esa franja, pero un poco más adelante. Se trata, por origen y vocación, de los jugadores, de un cambio “ofensivo”. Juampi Sorin jugó con una contractura ante Inglaterra y terminó mal el partido, por lo que ayer ni siquiera tomó parte de la práctica de fútbol. Su juego de ida y vuelta constante no puede ser desarrollado en inferioridad física.
Al retrasarse el hombre del Valencia, su lugar en el último tramo izquierdo de la cancha pasará a ser propiedad otra vez de Claudio López,tal como ocurrió en el arranque del partido con los nigerianos: Bielsa tendrá dos extremos esta vez.
En cuanto a la mitad de la cancha, la falta de competencia evidenciada por Simeone, que volvió de un parate de seis meses nada menos que en el Mundial, lo dejó en inferioridad de condiciones para pelearle el puesto a Matías Almeyda, ahora que el del Parma alcanzó la plenitud física: Bielsa se juega por el Pelado, un cambio muy importante porque, si se suma a la entrada de Chamot a sus espaldas, es la columna vertebral del equipo la que se modifica.
En cuanto a Verón, los cuestionamientos que recibió tras su flojísima performance ante los ingleses, sumada a la gran tarea que le cupo a su reemplazante Aimar en el segundo tiempo, forzaron la cuarta variante que ensayará el técnico argentino. Un Bielsa que demuestra no estar “casado con nadie” y al que no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones.
¿Este tipo de gestos puede tener sus costos? Tal vez. Más allá de que el equipo argentino alcance la clasificación para los octavos de final, habrá que ver cómo reacciona el grupo, ya que los desplazados son precisamente los referentes del equipo. Y si el resultado es la eliminación, obviamente no habrá ya lugar para los lamentos, porque efectivamente se hablará de una lamentable “generación perdida” de muy buenos futbolistas que no pudieron plasmar en un Mundial todo lo que mostraron durante el proceso previo, tal como indicó oportunamente Verón. Esto, además de que Bielsa, como ya es sabido, no seguirá dirigiendo al Seleccionado más allá del Mundial.
Así, con toda esta carga, afrontará mañana el partido ante una Suecia que llegará sin el defensor Patrik Andersson, descartado por un golpe en la cadera, y que será reemplazado por Andreas Jakobsson. Otro Andersson que será probado a último momento para saber si estará en condiciones de afrontar el encuentro será Daniel, quien sufrió una contractura muscular, por lo que solamente el homónimo delantero Andreas estará disponible para ingresar desde el banco de suplentes. As{i, la probable formación sería: Hedman; Mellberg, Jakobsson, Mjallby, Lucic; Alexandersson, Svensson, Linderoth; Ljungberg; Allback y Larsson.
Los suecos especularán con un empate que los ubique en octavos, algo que con ese resultado también podría obtener Argentina ante una hipotética victoria nigeriana sobre Inglaterra. Pero dada la simultaneidad de los partidos, no habrá mañana margen para las especulaciones. Para Argentina será a todo o nada. Hoy a las 14 el grupo emprenderá el viaje desde la concentración en Nahara hacia Miyagi. Nadie quiere ni cree ni piensa que pueda ser el último.