DEPORTES › LA PREMATURA DESPEDIDA DE GABRIEL BATISTUTA
“No volveré a la Selección”
El máximo goleador de la historia de la Selección Argentina dijo adiós. Con lágrimas en los ojos por la prematura e inesperada eliminación, Gabriel Batistuta volvió a afirmar que ya no volverá a vestir la camiseta celeste y blanca por más que sea citado. “Ya lo venía pensando. Veía que este equipo podía ganar y soñaba con retirarme campeón del mundo, pero no va a haber otra oportunidad”, explicó Batistuta para justificar su decisión.
Con 56 goles en 78 partidos, Batistuta se retira de la Selección luego de haber disputado tres Mundiales, en los cuales convirtió 10 tantos –4 en Estados Unidos ‘94, 5 en Francia ‘98, y 1 en Japón y Corea–. “Tengo mis años, no quisiera irme nunca de la Selección, quisiera seguir jugando por toda la vida, pero no se puede. En el próximo Mundial voy a tener 37 años, no creo que algún técnico me quiera tener en cuenta. Argentina tiene muchas variantes y no creo que le haga falta un veterano ahí adelante”, comentó el delantero de la Roma. Atrás quedó su debut en un empate 1-1 ante Brasil, una semana antes del comienzo de la Copa América de Chile ‘91, su plataforma de despegue a nivel internacional luego de ser el goleador del torneo.
El último partido de Bati no pudo ser más triste. En los casi sesenta minutos en los que estuvo en la cancha no tuvo chances de desequilibrar a los defensores suecos. Por arriba no pudo nunca contra Mjallby, Jakobsson o Mellberg. Por abajo no recibió ni una pelota limpia. Y cuando contó con una posibilidad con un tiro libre, su remate se fue muy lejos por arriba del travesaño. Por eso, el técnico Marcelo Bielsa decidió reemplazarlo por Hernán Crespo, justo en la jugada anterior al gol de Suecia. Los últimos minutos los vivió desde el banco, desesperado porque ya no podía hacer nada para torcer el destino. La última imagen lo encontró de cuclillas, llorando por la eliminación y la prematura despedida del Mundial.
“Lo que pasó se podría llamar de mil maneras, un planteo táctico equivocado, mala suerte, mala pata de los delanteros o los volantes. El hecho concreto es que no hicimos los goles que merecía nuestro planteo, nuestra idea táctica”, señaló Batistuta tras el partido. Luego dejó una frase que pareció una despedida: “Ni yo ni ninguno de mis compañeros se guardó nada. Espero que esto me haga dormir tranquilo esta noche”.