Que el brasileño, el fútbol campeón del mundo, es el más admirado en el mundo, lo prueba, entre otros datos, el hecho de que Brasil le aportará cinco de sus entrenadores al Mundial de Alemania en el que, curiosamente, no habrá ningún representante de Inglaterra, país que se adjudica con orgullo la invención del deporte y cuya selección se clasificó para el Mundial. La máxima cita del espectáculo más popular del mundo contará además con la presencia de cuatro entrenadores holandeses, tres franceses, tres croatas, dos suecos y dos argentinos: José Pekerman al frente de la Selección Argentina y Ricardo Lavolpe en la de México. Gabriel Calderón, el DT argentino que clasificó a Arabia Saudita para el Mundial, fue despedido a fines del 2005 luego de que el equipo no obtuviera resultados en la Copa de Africa, y fue reemplazado por otro brasileño, Marcos Paquetá. En total, hay entrenadores de 18 países en las 32 selecciones que jugarán el Mundial: más de la mitad de los participantes tiene técnicos “importados”.

El dato no es anecdótico ni para dejar pasar por alto. Pese a que la mayoría de los especialistas sostiene a rajatabla que el fútbol se rige a partir de resultados desde hace bastante tiempo, gran parte de los países del mundo entiende que esa búsqueda incesante por sumar victorias siempre será más fácil de alcanzar si se privilegia la técnica y el manejo prolijo del balón. Y el ejemplo más claro está dado por los entrenadores elegidos por cada país para que los represente en la próxima Copa del Mundo.

De los 32 directores técnicos sólo dos ya fueron campeones del mundo y ambos lo consiguieron con Brasil: Luiz Felipe Scolari y Carlos Alberto Parreira, en los mundiales de Corea-Japón 2002 y Estados Unidos 1994, respectivamente. Además, en este campeonato, Parreira sumará su quinta experiencia como entrenador mundialista (aunque jamás fue futbolista) y superará por un torneo al francés Henri Michel, quien también tendrá en Alemania su cuarta chance de levantar el trofeo más preciado dirigiendo a Costa de Marfil. El brasileño dirigió a Kuwait, en España ’82; a Emiratos Arabes, en Italia ’90; a Brasil, en Estados Unidos ’94, cuando el equipo de Romario y Bebeto consiguió la cuarta estrella para Brasil; a Arabia Saudita, en Francia ’98.

Los otros entrenadores más experimentados que estarán presentes en Alemania serán los holandeses Guus Hiddink, Leo Beenhakker y Dick Advocaat, el estadounidense Bruce Arena, los suecos Sven Goran Eriksson y Lars Lagerback, el brasileño Scolari y el francés Roger Lemerre, quienes sumarán su segunda presencia.

Otra curiosidad es que 17 selecciones serán dirigidas por entrenadores importados. A Inglaterra, la dirigirá el sueco Sven Goran Eriksson; a México, el argentino Lavolpe; a Túnez, el francés Lemerre; a Togo, el alemán Pfister; a Corea del Sur, el holandés Advocaat; a Japón, el brasileño Zico; a Irán, el croata Ivankovic; a Ghana, el serbio Dujkovic; a Angola, el portugués Gonçalves; a Paraguay, el uruguayo Ruiz y a Ecuador, el colombiano Suárez. Además, el francés Michel conducirá a Costa de Marfil; los holandeses Hiddink y Beenhakker a Australia y Trinidad y Tobago, respectivamente; los brasileños Guimaraes, Scolari y Paquetá, a Costa Rica, Portugal y Arabia Saudita, respectivamente, mientras que el croata Petkovic hará lo propio con Serbia y Montenegro.

Por otra parte, cinco directores técnicos tendrán la oportunidad de dirigir a selecciones mayores en Alemania gracias al buen trabajo que realizaron en juveniles: José Pekerman (tres veces campeón del mundo), Domenech, Gonçalves, Lagerback y Janas.

Si bien once entrenadores ya tuvieron su experiencia mundialista en su época de jugador, y algunos disputaron más de una Copa del Mundo, sólo dos tuvieron la suerte de alzar el trofeo: uno es el alemán Jürgen Klinsmann, técnico del anfitrión quien, en caso de ganar el Mundial, compartirá el privilegio que actualmente posee en exclusividad su compatriota Franz Beckenbauer, único mortal que levantó la copa como jugador, en Alemania 1974, y años más tarde como entrenador, en Italia 1990. El otro campeón del mundo es Lavolpe, que estuvo en el plantel argentino que ganó el Mundial de 1978 con César Menotti como entrenador.

Producción: Carlos Altea.