DEPORTES › LIQUIDO A LOS DANESES JUGANDO UN TIEMPO A MIL
Fácil pase inglés a cuartos
Con goles de Ferdinand –o el arquero Sorensen en contra–, Owen y Heskey, Inglaterra liquidó el partido en la primera etapa ante una desconocida Dinamarca, que cometió demasiados errores defensivos. Ahora los de Eriksson esperarán al ganador de Brasil-Bélgica, su rival en cuartos de final.
Inglaterra, segundo sobreviviente del denominado Grupo de la Muerte, que se tragó a la delegación argentina, consiguió ayer su pase a los cuartos de final, tras vencer sorpresiva y contundentemente a Dinamarca (3-0) y ahora espera entre los ocho mejores del Mundial al ganador del duelo Brasil-Bélgica. Con goles de Rio Ferdinand, Michael Owen y Emile Heskey, el conjunto de Sven Goran Eriksson demostró su autoridad y practicidad: abrió el marcador en el inicio, enseguida amplió la ventaja y cerró el resultado antes del final de la primera mitad del encuentro.
Primero, suerte para los ingleses. Porque no habían pasado cuatro minutos antes de que el hasta ese momento notable arquero danés, Thomas Sorensen, cometiera dos errores fatales: salió mal tras un centro de David Beckham desde el tiro de esquina, la pelota le quedó a Ferdinand, quien cabeceó al medio abajo; interceptó Sorensen, pero la mandó hacia adentro y no pudo, sobre la línea, pese a su manotazo, detenerla: en realidad fue gol en contra del arquero.
Con la apertura tan prematura del marcador, los ingleses pudieron plantear el partido que ellos querían jugar, con Owen y Heskey parados para el contraataque y Beckham surtiéndoles juego. En la zona de volantes, Nicky Butt y Paul Scholes se las arreglaron para cortar el juego de los volantes de Dinamarca y ganar la mayoría de los rebotes y pelotas divididas. La amonestación del volante danés Stig Tofting contribuyó a bajar la resistencia del equipo de Morten Olsen en el mediocampo.
Los daneses depositaron todo al solitario Jon Tomasson, poco ayudado por su compañero de ataque, Ebbe Sand, y controladísimo por los defensores ingleses Sol Campbell y Ferdinand.
El segundo de Inglaterra llegó tras un centro de Trevor Sinclair desde la izquierda; Nicky Butt le tocó la pelota –previó roce en un rival– a Owen y el delantero del Liverpool la puso de zurda sobre el palo izquierdo de Sorensen. Y otro error defensivo, sobre el final de la primera etapa, les permitió a los ingleses poner el 3-0 definitivo: Beckham madrugó a un defensor por derecha y habilitó a Heskey, quien con un derechazo vulneró otra vez al arquero danés.
En el complemento, Sven Goran Eriksson sacó a Owen y a Scholes, para preservarlos para el próximo encuentro por los cuartos de final, y su equipo se limitó a controlar el juego. Se vio poco, es cierto, alguna que otra cosita de Beckham, un remate del capitán inglés que Sorensen mandó al corner y nada más. No arriesgar, fue el mensaje desde el banco.