A cuatro días del superclásico, el presidente de River, José María Aguilar, reiteró ayer su respaldo al entrenador Daniel Passarella y dijo que su puesto no estará en riesgo ni siquiera con una derrota del equipo el domingo próximo frente a Boca. “Apoyo a Passarella porque creo en este proceso, en estos jugadores y en este cuerpo técnico”, afirmó el dirigente, que ya había hecho público su apoyo al entrenador dos semanas atrás, antes de la eliminación del equipo en la Copa Libertadores, cuando todavía le falta jugar un partido por el grupo inicial.

“Supongamos que River, que ya está fuera de la Copa, pierde con Boca y no gana el Clausura. En agosto empezará otro torneo. ¿Por qué Passarella no va a poder revertir esto? –se preguntó Aguilar–. El va a sacar adelante esto, más allá del resultado del domingo”, uno de los dos partidos más trascendentales del año para los hinchas de River, ante su tradicional rival, “el buque insignia de la derecha argentina”, como el dirigente calificó a Boca en diciembre pasado, a propósito de una consulta de este diario.

El presidente riverplatense admitió que hubo opiniones “de distinto calibre” en la comisión directiva del club con respecto a la crítica situación deportiva que atraviesa el equipo, pero aseguró que “la mayoría” de sus miembros “apoya el actual proceso futbolístico”.

Millares de hinchas reclamaron el domingo la renuncia de Passarella, tras el empate del equipo ante Belgrano, apenas días después de su eliminación de la Libertadores a manos del Caracas FC venezolano. “Los insultos me duelen, pero no voy a bajar la cabeza, voy a seguir trabajando. No me voy a ir”, afirmó Passarella en esa ocasión. Incluso, una versión que circuló el mismo domingo sugería que el entrenador les había dicho a sus jugadores: “Antes que yo se van a ir ustedes”.

Con alrededor de 23 millones de dólares en contrataciones de jugadores, River es el equipo que más invirtió en el comienzo del año para la disputa de la Libertadores y el torneo local, en el que quedó rezagado a seis puntos de distancia (aunque con un partido menos) de los líderes Boca y San Lorenzo, equipo este dirigido por Ramón Díaz, a quien, en 2002, Aguilar no le renovó el contrato pese a que River venía de ganar el Clausura de ese año. De los últimos seis puntos que disputó como local, el equipo de Passarella sólo obtuvo uno, a causa de una derrota ante el modesto Gimnasia de Jujuy y el empate frente a Belgrano.

Aguilar pretende despejar, una vez más, los rumores circulantes sobre la posibilidad de que Passarella deje de entrenar al equipo. El entrenador, cuyo ciclo actual comenzó en enero del año pasado tras la renuncia de Reinaldo Merlo, tiene contrato con el club hasta el final del segundo período presidencial de Aguilar, que culmina en 2009.