“Sabemos la calidad de los jugadores con que cuenta Brasil y la capacidad que tiene como equipo. Pero no habrá una marcación especial, aunque sí se tomarán los recaudos necesarios para hacer un gran partido y poder ganarlo ante un equipo muy compensado, que juega con mucha técnica y que a la vez cuenta con jugadores que le dan un gran equilibrio.” Gabriel Milito, de solvente actuación en la semifinal ante México, analizó el panorama del partido final de la Copa América, contra los brasileños, en Maracaibo. El equipo argentino disfrutó ayer de un día completo de descanso para reponerse de la exigencia y volverá hoy al entrenamiento.

Milito no sueña con Robinho, hasta aquí el goleador de la Copa (con seis goles, uno más que Juan Román Riquelme), ni espera hacerle una marcación al hombre, una categoría que no está prevista en los cánones de esta Selección. También desestimó la posibilidad de que el previsible calor excesivo afecte el rendimiento del seleccionado albiceleste en la final: “Pienso que estamos mucho más aclimatados que al principio, y que aunque el calor siempre se hizo sentir, lo llevamos bastante bien”. Había sido mucho más enfático su compañero Carlos Tevez: “Es una final...”.

“Aunque haya una temperatura muy elevada, no debería haber ningún impedimento para que el equipo rinda como lo puede hacer”, remarcó Milito.

Respecto de la semifinal contra México, el flamante zaguero del Barcelona aceptó que el equipo argentino conocía “la calidad del rival, que creó dificultades en el primer tiempo”, y en cuanto a su impresión acerca del golazo anotado por su compañero Lionel Messi sostuvo: “Lo vimos y lo disfrutamos”.

Acerca de las quejas de algunos jugadores de México por el arbitraje del chileno Carlos Chandía, consideró: “No tuvo ninguna trascendencia en el partido, ni en el resultado, y no sentí ningún maltrato de parte suyo para nosotros ni para ellos”.

Después de disfrutar de un día de descanso, el equipo argentino volverá hoy a entrenar, una práctica que Brasil, que jugó su semifinal el martes, ya arrancó ayer. En la estadística, los brasileños acumulan una levísima ventaja sobre la Argentina: en efecto, desde 1914, cuando se midieron por primera vez en la era amateur, Brasil logró 35 victorias contra 33 de la Selección que, sin embargo, atesora una ventaja en cuanto a la Copa América, ya que en 31 partidos obtuvo 15 victorias contra 8 triunfos brasileños. Hubo también ocho empates, el último en la final de la Copa América 2004, un 2-2 que obligó a la definición por tiros desde el punto del penal. Esa fue la sexta definición entre argentinos y brasileños en certámenes continentales. Las otras cinco fueron favorables al representativo albiceleste en 1925, 1937, 1946, 1957 y 1959, cuando el certamen no se definía por eliminación directa sino por puntos.