DEPORTES
Equi González, entre Boca, Central y una Fiorentina que ya no existe
Central intenta cobrar lo que le debía la Fiore al quebrar. No hay inhabilitación, porque el préstamo a Boca está en regla.
El pase de Equi González a Boca sigue teniendo derivaciones imprevisibles. Se sabe: la Fiorentina de Italia, de donde provenía el jugador, se presentó en quiebra y desapareció como institución; ahora se fundó un nuevo club llamado Fiorentina 1926 Florentia, que participará en la serie C2 de aquel país –la última, la más baja– y los “violas” que vivieron años gloriosos con Antognoni, con Passarella, con Bati, son sólo historia. El drama es para los dirigentes de Central, que le vendieron el Equi en su momento al club propiedad de Cecchi Gori. Los dirigentes rosarinos pretenden ahora cobrar el dinero que los italianos les quedaron debiendo. El volante, que ahora se encuentra en Boca a préstamo hasta junio de 2003, desembarcó en Italia en junio del año pasado, procedente de Central, a cambio de 4,8 millones de dólares, pero en Rosario sólo recibieron el 50 por ciento de esa cifra. El problema es quién se hace cargo de esa cifra y, en última instancia, de quién es el Equi.
Por eso, antes de que se plantee cualquier duda, el vicepresidente tercero de Boca, Roberto Digón, aseguró ayer que la entidad “tiene los papeles en orden” respecto del préstamo del jugador que pasado mañana será titular ante Estudiantes. La intención de los preocupados directivos rosarinos es solicitar un resarcimiento económico por esos 2,4 millones de dólares que aún deben cobrar. De esa manera, las autoridades del club hablaron personalmente con Julio Grondona para pedirle respaldo ante la FIFA, a la que le solicitarán una solución al conflicto. Algunos directivos de Central también viajaron a Italia para dialogar con el juez a cargo de la quiebra, sin resultados.
Central recibió documentos por esos 2,4 millones que restan, pero nunca los pudo hacer efectivos. Inclusive, le pagó con ellos al ex técnico del equipo, Edgardo Bauza, pero éste tampoco logró convertirlos en moneda. Como distintas versiones aseguraban que en Central pedirían la inhabilitación del jugador ante la FIFA, en Boca inmediatamente salieron a aclarar que hasta junio del año que viene el jugador deberá cumplir su vínculo con esa institución. A partir de esa fecha, el volante quedará con el pase en su poder, así como sucedió con el resto de los jugadores de la ex Fiorentina.
González quedó envuelto en esta compleja situación jurídica porque la Fiorentina desapareció oficialmente el 1ro de agosto pasado, al no poder reunir los 22 millones de euros requeridos para pagar la inscripción en la “Serie B”, la segunda división del fútbol italiano. Ante esta situación, las autoridades de la Municipalidad de la ciudad toscana decidieron fundar el Fiorentina 1926 Florentia, para seguir jugando en el ascenso.
El jugador llegó a Boca a comienzos de este campeonato, por un préstamo de 750 mil dólares, de los cuales 550 mil dólares quedaron para el jugador. La opción de compra fue fijada en cinco millones de dólares.
“Boca pagó la operación sin problemas, por lo que el jugador estará en el club hasta junio del año que viene, mes que vence el préstamo, y allí se evaluará si continúa o no”, expresó ayer Digón. El dirigente negó haber presentado en la Justicia “un amparo laboral” con el objetivo de que González continúe “jugando sin inconvenientes”. Y agregó: “No hemos evaluado esa posibilidad por la sencilla razón de que hasta ahora no hay problemas. Sabemos, eso sí, que Rosario Central peticionó ante la AFA para que ésta gestione ante la FIFA”.
La chance de que González regrese a Central está descartada, debido a la mala relación que su padre y representante mantiene con la actual conducción. En Rosario cuentan que hasta llegó a tomarse a golpes de puños con el tesorero de Central...