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Los bancos públicos se preparan para dar batalla ante el proceso de reestructuración del sistema. Presentarán este mediodía un plan elaborado por Roberto Feletti, titular del Banco Ciudad, que tiene por objetivo regenerar el crédito en esas entidades. El programa se basa en que el Banco Central les reduzca las tasas de interés que les cobra por el auxilio financiero (redescuentos) otorgado en medio de la crisis. La propuesta será examinada hoy en el Palacio de Hacienda, en un encuentro en el cual participarán los presidentes de los bancos estatales, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y el superintendente de bancos del BCRA, Jorge Levy.
Hay dos temas que desvelan a esos banqueros. Uno, el costo de los redescuentos. El otro, el hecho de que se prohíba a los bancos prestar fondos antes de cancelar sus deudas con el Banco Central. El problema principal que aducen es que la tasa de interés que cobra el Central por los redescuentos, del 75 por ciento anual, les quita la liquidez que podrían destinar al otorgamiento de créditos. La iniciativa para impulsar el financiamiento doméstico, congelado desde el estallido de la crisis, contempla la creación de un fideicomiso conformado tanto por los redescuentos (pasivos) como por los préstamos garantizados (activos), que son los títulos públicos surgidos del último canje lanzado por Domingo Cavallo. “Pensamos en un fideicomiso donde se calcen los flujos de fondos, plazos y tasas de interés”, comentó ayer Feletti durante una rueda de prensa ofrecida en la sede central del Banco Ciudad. Como la tasa que devengan los préstamos garantizados (CER más cuatro puntos) es inferior a la de los redescuentos, la ecuación se resolvería disminuyendo el costo del auxilio financiero. En total, las entidades estatales recibieron redescuentos por unos 14 mil millones de pesos. Al igualar las condiciones de los préstamos garantizados y los redescuentos, “lo que el Estado pague por una ventanilla, lo cobrará por la otra. La medida no tiene ninguna contraindicación: tanto los pasivos como los activos son del sector público”, explicó Feletti.
El proyecto genera resistencias en la city. Las quejas provienen de aquellos bancos que vienen atravesando la crisis sin pedirle ayuda al Banco Central. Y de aquellos que en sus carteras poseen pocos títulos públicos pero sí una gran cantidad de créditos hipotecarios. También se discute si en la iniciativa debería incluirse a los bancos privados.
La propuesta de Feletti debe enmarcarse como una ofensiva justo en momentos en que comenzará a debatirse el nuevo rol de la banca pública, en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario. En los bancos públicos quieren dar muestras de que desde allí se fomenta la recuperación económica a través del otorgamiento de créditos al sector privado. “Existe una importante demanda de crédito de parte de empresas que ampliaron su mercado por las exportaciones”, apuntó Feletti.
Según datos aportados por el banquero, si se concretara el proyecto, el Ciudad estaría en condiciones de lanzar una línea crediticia por 30 millones de pesos. Está claro que la propuesta de la banca pública va en una dirección: dar una señal política contundente frente a algunos sectores que quiere restringir la función de estos bancos a ser meras ventanillas de operaciones transaccionales.