EL PAíS
Una multitud en el cierre de la Marcha contra el Hambre de la CTA
La movilización duró cuatro días y convocó a desocupados, empleados públicos, docentes y gente suelta. D’Elía, Alderete y Maffei hablaron en el acto de cierre. Hubo duras críticas a “las elecciones tramposas”. Solá recibió a representantes de los manifestantes, quienes le llevarán una propuesta.
Por Laura Vales
“Quieren tapar esta realidad donde el país vive la peor hambruna con unas elecciones tramposas. Nos parece pornográfico que se pretenda resolver esta profunda crisis de representatividad con campañas electorales para elegir presidente y vice. Venimos a decirle a los corruptos que manejan el país que no vuelvan a meter el eje de la discusión en las elecciones.” La Marcha contra el Hambre convocada por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) finalizó ayer en La Plata con un discurso en el que Luis D’Elía y Juan Carlos Alderete, a dúo, se alternaron para decir las frases consignadas. En la plaza San Martín, frente a la gobernación bonaerense, miles de desocupados, docentes, padres de alumnos, estatales, trabajadores de la salud se concentraron para cerrar de esta manera la marcha que había empezado el lunes, en una escuela del Tigre. La policía contabilizó en la plaza 12 mil manifestantes; los organizadores estimaron más de 30 mil.
El objetivo de la movilización de cuatro días fue reclamar trabajo genuino y defender la educación y la salud públicas. En su recorrido, los manifestantes fueron realizando actos en distintas escuelas y hospitales afectados por el ajuste provincial. Hubo un grupo de marchantes estable, integrado por 300 personas, a los que en cada municipio se sumaron, para acompañarlos por tramos, los desocupados organizados de distintos barrios. El martes, cuando la marcha atravesó La Matanza, cinco mil personas se unieron de esta manera a la columna original. Mucha gente llegó a la protesta en bicicleta. El trayecto donde se vio la mayor adhesión fue el del kilómetro 32, donde llegaron a reunirse siete mil personas para reclamar la apertura de un hospital público. El edificio del hospital, diseñado para brindar servicios de alta complejidad, está terminado desde hace dos años, pero el lugar nunca se inauguró por falta de presupuesto.
En las escuelas, los docentes explicaron sus reclamos. El Suteba plantea que el recorte de 700 millones de pesos en el presupuesto educativo afectó los comedores escolares. En la provincia hay 4.500.000 alumnos; dos de cada tres chicos necesitan asistencia alimentaria, pero sólo la mitad accede a ella. Los maestros piden también el restablecimiento de la ruralidad y de las becas. Ayer, en la marcha, hubo padres acompañando a las escuelas.
Marino Mansilla fue uno de los padres presentes. “Respaldamos a las maestras porque tienen razón en sus pedidos”, dijo a Página/12 mientras marchaba junto a la EGB 186 de La Matanza. La escuela llegó con su propia pancarta. “No esperes que se dignen a consentir tu acceso al porvenir los que hoy arrasan con todo”, se leía en ella.
De los cuatro días de movilización participaron piqueteros de la Federación de Tierra y Vivienda y desocupados de las CCC, estatales, periodistas, judiciales, trabajadores de la salud, del nuevo sindicato gastronómico, del PAMI y estudiantes universitarios. Víctor De Gennaro (titular de la CTA) acompañó parte del recorrido; también Carlos “el Perro” Santillán, aunque ninguno de los dos dirigentes estuvieron ayer en el cierre. Una delegación de Brukman, la textil ocupada y puesta a producir por sus trabajadoras, tomó parte en la protesta. Desde todos los palcos que se montaron a lo largo del Conurbano los oradores llamaron a tomar y poner en funcionamiento todas las fábricas que cierren.
Las Madres de Plaza de Mayo-La Plata se acercaron “con el espíritu de poner un granito de arena para que el Gobierno despierte y alimente a los chicos”, dijo Haydée de Díaz en la plaza San Martín. Y otras madres hablaron a lo largo del itinerario; Nora Cortiñas, de Línea Fundadora, estuvo en la puerta del Hospital Posadas, a mitad de semana.
El repertorio de cantitos fue amplio. “Con los milicos creció la deuda externa, con Carlos Menem la desocupación y ahora Felipe seguís con el ajuste y el Fondo Monetario y el pueblo dice no”, se cantó en la plaza San Martín. Y también: “Para que el mundo se entere que la Argentina esrebelde, que este pueblo tiene huevo y enfrenta a la represión, en cada ruta cortada y en cada nueva pueblada crece la liberación”, con el estribillo “hay que echar al cabezón”.
El gran tema de la plaza, mencionado en todos los discursos, fue la unidad de la CTA y la CCC. Los piqueteros, a través de Freddy Mariño, expresaron que el principal sentido de la marcha fue consolidar la unidad “iniciada con el primer corte de rutas conjunto, en La Matanza, el 28 de junio del 2000”.
“Nos han vaciado el país”, dijo la titular de Ctera Marta Maffei. “Hay una mafia de políticos, de empresarios, de policías que produjo esto que estamos sufriendo y a nosotros nos toca llenar el vacío. Cada fábrica que cierra tiene que ser nuestra otra vez, cada campo que no se cultiva tiene que ser nuestro de nuevo. Tenemos no sólo que construir poder político sino también poder económico y social. Esa resistencia se construye sólo desde adentro de cada movimiento, sin abandonar la calle. Ellos apuntan a nuestro desgaste. Nosotros apostamos a echarlos a patadas y construir un país para todos.”
Antes de que terminara el día, Felipe Solá recibió a una delegación integrada por D’Elía, Alderete y Hugo Yasky. Tras el encuentro los dirigentes informaron que el próximo lunes entregarán al gobernador una propuesta para paliar la situación social y que el viernes 23 volverán a reunirse con el mandatario.