Es completamente argentina esta semifinal de la Copa Sudamericana que se pone en marcha esta noche en Sarandí, y pone frente a frente a dos equipos con historias diametralmente opuestas. A los tropezones llega River, que necesita ganar un torneo de acá a fin de año si pretende conservar a su entrenador, Daniel Passarella, y después del empate del domingo ante Independiente por el Apertura, todo indica que, si quiere ganar algo deberá ser este torneo continental de segundo orden después de la Libertadores. Con otro sentimiento lo espera Arsenal, el club chico con evidentes vínculos con el poder del fútbol argentino, que subió a Primera en 2002 y allí se estabilizó, que podría hacer de un eventual pase a la final de la Copa su momento más glorioso en medio siglo de vida.

Llegan al partido con dos visiones también encontradas: “Será un partido que se juega a muerte, en el que hay que sacar a relucir la personalidad”, afirmó el zaguero de River Cristian Nasuti. “Arsenal es un equipo complicado, con un técnico inteligente que trabaja bien en las pelotas paradas, por lo cual hay que estar muy concentrados. Sin embargo, River tiene jugadores para provocar daño en el área rival.”

Del otro lado ceden el protagonismo. “Obviamente que el candidato es River y la obligación la tienen ellos”, opinó Aníbal Matellán, defensor del equipo de Gustavo Alfaro. “Va a ser un partido muy duro, pero muy importante para la historia del club y de sus futbolistas.”

Los roles están bien definidos, a propósito de su historia, y la estadística reafirma con trazo fino esos papeles: en once partidos entre ambos, River ganó siete, Arsenal tres, y se registró un empate.

Pero tomar literalmente esos números puede conducir a engaño: en Sarandí se recuerda claramente cómo Arsenal sacó a River de la edición 2004 del mismo torneo, cuando todavía lo dirigía Jorge Burruchaga. En aquel partido, el 7 de septiembre en el estadio de Sarandí, que perdía a causa de un gol de Maxi López, Arsenal lo dio vuelta en los cinco minutos finales, con un cabezazo de Casteglione (que será titular esta noche) y un tiro libre de Núñez. El empate sin goles en la revancha en el Monumental selló la eliminación de River en octavos de final.

En esta ocasión, la instancia es distinta: a la semifinal llegaron también por caminos opuestos. River, empatando dos partidos con los uruguayos de Defensor Sporting, 2-2 en Montevideo y 0-0 en el Monumental, clasificándose por los goles como visitante. Arsenal, que había igualado sin tantos con las Chivas de Guadalajara en Sarandí, dio la sorpresa venciendo en tierra azteca.

En River regresan Marco Ruben, en lugar de Mauro Rosales, quien al comienzo de la semana aparecía como titular, y Danilo Gerlo en defensa por el suspendido Paulo Ferrari.