Tres derrotas consecutivas no entraban en los cálculos del equipo ilusionado con la Copa Libertadores. “Antes jugábamos de una manera y ahora lo hacemos de otra. San Lorenzo se recuperó de una derrota dura con Caracas, el sábado jugó bien al fútbol y creó muchas situaciones de gol. Vamos a intentar jugar de esa manera todos los partidos que tengamos”, opinó el entrenador, Ramón Díaz, ponderando el vaso medio lleno de la caída ante San Martín de San Juan, el sábado. En cambio, Bernardo Romeo, uno de los máximos referentes del plantel, fue mucho más dramático al indicar que ya no queda margen para el error: “El jueves contra Cruzeiro será un partido de vida o muerte. Hay que ganar o ganar, no podemos ni empatar”.

El último encuentro ante los sanjuaninos dejó una sensación ambigua en el ambiente ya convulsionado de San Lorenzo. Si bien el equipo mejoró notoriamente su rendimiento, sigue sin poder ganar en lo que va del año y se prepara para vivir una semana vital para su futuro: el jueves recibirá a Cruzeiro por la Libertadores y el domingo visitará a River por la tercera fecha del Clausura.

“Los jugadores entienden muy bien el mensaje. El equipo no revoleó la pelota, la juega por abajo y de a poco se van acomodando las incorporaciones. Tanto a (Gonzalo) Bergessio como a (Andrés) D’Alessandro los tenemos hace dos semanas. A mí me dio mucha tranquilidad cuando vi que el equipo funcionó de muy buena manera, a pesar del resultado”, afirmó el entrenador, sereno como siempre, aunque admitió que “la gente está impaciente porque el equipo se juega cosas importantes”.

Por su parte, Bernardo Romeo, que volvió a ser titular en el juego ante San Martín, resaltó que el equipo “cambió la cara”, pero reconoció que ante Cruzeiro “hay que ganar o ganar”. “Esto es un equipo. Hay que estar unidos y vamos a salir adelante. Frente a los sanjuaninos, la pelota no quiso entrar, hubo actitud y el equipo cambió la cara, pero no alcanzó y hay que poner el pecho. Ahora el jueves tenemos un partido de vida o muerte. Hay que ganar o ganar. No podemos ni empatar, porque después no te quedan muchas chances.”

Para el partido ante los brasileños, el segundo de San Lorenzo en la Libertadores (perdió en el debut 2-0 ante Caracas), el técnico no podrá contar con Juan Manuel Torres y Cristian Tula, suspendidos, ni con Sebastián Méndez, lesionado. “Vamos a ver cómo se recuperan todos. Hoy (por ayer) se entrenaron muy bien. Adelante tengo cuatro jugadores que son muy buenos. Voy a analizar bien cómo se presenta el partido con los brasileños y después voy a decidir quién juega”, explicó Díaz.