Pocas veces se oyen palabras de disgusto del suizo Roger Federer pero ayer fue una de ellas. ¿La víctima? La organización del torneo de Roland Garros por su demora en avisar al número uno del mundo cuándo iba a debutar. “No supe hasta que estaba ayer (por el domingo) practicando si iba a jugar al día siguiente o no. Creo que es un poco tarde para saber cuándo empezás la primera ronda de un Grand Slam”, dijo Federer. El ganador de 12 Grand Slams, exceptuando justamente el tradicional abierto parisiense, cree que la razón de los problemas está en la idea de ampliar la disputa de la primera ronda a tres días, decisión tomada por los organizadores para mejorar los ingresos económicos. “Esto es lo que pasa cuando querés jugar la primera ronda en tres días, especialmente si arranca un domingo”, señaló Federer, que debutó con una victoria frente al estadounidense Sam Querrey 6-4, 6-4, 6-3.