El vicepresidente de Racing, Pablo Podestá, intentó bajarle el tono a la complicada situación que vivió ayer el plantel al afirmar que “el tema no tendría que haber tomado la trascendencia que tomó”. Sin embargo, sostuvo que los dirigentes están “muy preocupados” y remarcó que tomarán “medidas inmediatas” para brindarle seguridad a los jugadores. “Sabemos que el presente del equipo no es el mejor y que el hincha está nervioso. Pero estas cosas no tendrían que pasar, aunque es normal que las amenazas siempre sean en un tono fuerte”, dijo llamativamente el dirigente, en referencia a las pintadas que rezaban “Va a haber balas para todos” y “Permanencia o muerte”. De todas maneras, se mostró muy angustiado y sostuvo que actuaron para evitar cualquier agresión. “Hicimos lo mínimo e indispensable para que esté garantizada la integridad física de los jugadores. Por suerte pudimos prever la situación y evitamos el contacto entre las personas que vinieron a amedrentar al plantel y los jugadores”, puntualizó Podestá, que aseguró que a partir de ahora reforzarán la seguridad en el entrenamiento.