Después de sendos séptimos puestos en Chipre y Portugal, los dos últimos rallies del Mundial, el mejor piloto argentino de rally, Federico Villagra, se apresta a rendir su más exigente examen, ante los ojos de sus comprovincianos. “Terminar entre los cinco primeros sería lo ideal”, dice el siete veces campeón argentino, que en el 2008 fue sexto, y que está octavo en el Mundial, maneja un Focus del equipo Munchi’s que financia la familia Pérez Companc: Jorge, el hijo mayor de Gregorio, será su navegante. En la batalla Citroën-Ford que domina la clase máxima de este rally, Villagra es uno de los cinco pilotos de la casa del óvalo. Mikko Hirvonen, Jari-Matti Latvala (los pilotos oficiales), Matthew Wilson y Henning Solberg (del equipo Stobart) completan la dotación. A Loeb y Sordo los secundan Sebastien Ogier y Conrad Rautenbach (del equipo Junior) y el ex campeón mundial Petter Solberg (con un Xsara de su propiedad). En la clase N4 habrá 30 autos: Marcos Ligato y Alejandro Cancio, del Tango Rally Team (el equipo de David Nalbandian) se distinguen entre los 17 pilotos argentinos de la clase que correrán contra, entre otros, el príncipe qatarí Nasser Al Attiyah, el mismo que venía ganando el pasado Dakar cuando lo desclasificaron en Mendoza. En total, hay 57 autos anotados.