El capitán y máxima figura del seleccionado argentino, Lionel Messi, llegó ayer al país procedente de España y luego de analizar lo que fue una temporada no tan buena, admitió que ya tiene la cabeza puesta en la inminente Copa del Mundo de Brasil.

“Luego de haber vivido un año muy duro, quiero disfrutar con mi familia estos días de vacaciones y sumarme el 26 al seleccionado con todas las pilas para dar lo mejor posible”, remarcó el rosarino, quien llegó al aeropuerto Ministro Pistarini, en Ezeiza, poco después de las 4.30 de la mañana.

Messi, quien no conquistó ningún título este año con el Barcelona, algo inusual en el múltiple campeón club catalán, se trasladó a Rosario para descansar hasta el lunes, cuando comenzarán las prácticas del seleccionado nacional en el predio que la AFA, en lo que será la recta final hacia Brasil 2014.

“Fue un año duro, complicado. Tuvimos la oportunidad de quedarnos con la Liga y la desaprovechamos. Me hubiera gustado ser campeón con el Tata Martino por lo buena persona que es, pero no pudo darse”, añadió el crack, en alusión a su ahora ex DT en el club catalán, que renunció al cargo el sábado pasado.

“No fue mi mejor año, me hubiese gustado terminar de otra manera, fue bajo lo de todo el equipo. Siempre repito que el Barcelona es mi casa, pero el día que la gente no quiera que esté ahí, no tendré problemas en irme a otro lado”, concluyó Messi, quien recibió a los medios y ofreció una improvisada rueda de prensa en el aeropuerto internacional.