Los partidos de Copa duran 180 minutos y por eso, hasta que no se juegue la revancha el próximo miércoles en Asunción, sería aventurado adelantar el nombre del vencedor. Pero Boca tiene con qué ilusionarse, porque sus antecedentes ante Cerro Porteño en este torneo internacional son lo que se dice inmejorables. Es que tanto en 2004 como en 2005, Boca dejó en el camino al conjunto paraguayo. En 2004, la disputa fue por la llave de los cuartos de final, Boca –dirigido por Miguel Brindisi, quien luego renunció– empató 1-1 en Salta; la revancha salió 0-0 y Boca, ya con el Chino Benítez en el banco, se impuso por 8-7 en la definición por penales. Al año siguiente, el enfrentamiento fue por los octavos de final y el Boca de Alfio Basile empató en el partido de ida en el Defensores del Chaco por 2-2 y en la revancha, que se volvió a jugar en el estadio Padre Martearena de Salta goleó por 5-1, con una gran actuación colectiva. En ambos torneos, Boca terminó coronándose campeón.