Viernes, 31 de octubre de 2014 | Hoy
EL MUNDO › LA ESTRATEGIA DEL GOBIERNO ES CALMAR AL MUNDO FINANCIERO PARA AVANZAR EN LO POLITICO
Rousseff autorizó al Banco Central a incrementar las tasas de interés en un 0,25 por ciento, medida que fue premiada ayer por la Bolsa de Valores de San Pablo, que cerró con un alza del 2,5 por ciento.
Por Darío Pignotti
Desde Brasilia
Un respiro en medio de una campaña que no termina. Cuatro días después de haber sido reelecta, la presidenta Dilma Rousseff disfrutó ayer de su primer día de descanso en una playa nordestina, desde donde mantiene consultas sobre el futuro gabinete mientras el mercado mitigó su presión luego de ser recompensado con el aumento de las tasas de interés al 11,25 por ciento.
Sin formular declaraciones ni bajar a la playa pese al día soleado, Dilma permaneció ayer en la residencia de la base militar Aratu, en Bahía, donde fueron desplegados navíos de la Armada para reforzar la seguridad y la privacidad de la familia presidencial.
Antes de embarcar hacia Bahía junto a su nieto Gabriel, de 4 años, había autorizado al Banco Central a incrementar las tasas de interés en un 0,25 por ciento, medida premiada ayer por la Bolsa de Valores de San Pablo, que cerró con un alza del 2,5 por ciento y el dólar depreciado en un 2,45 por ciento, cotizado a 2,408 reales.
El buen humor imperante en la Bolsa contrastaba con la histeria del lunes, cuando la ronda de negocios cayó el 2,7 por ciento en respuesta a la cuarta victoria presidencial consecutiva del Partido de los Trabajadores sobre el Partido de la Socialdemocracia Brasileña, del candidato Aécio Neves, que había prometido nombrar a un ministro de Hacienda que durante años prestó servicios al mercado financiero.
Con esa concesión al sector financiero se descomprimió, por lo pronto, el acoso de los banqueros interesados en que Rousseff revise una política económica a la que tachan de “intervencionista” y hostil a la “iniciativa privada”.
En su discurso de proclamación de la victoria, pronunciado el domingo por la noche, Dilma prometió que su segundo mandato tendrá por bandera la reforma política y no se extendió en los temas económicos.
Al parecer, la estrategia del gobierno es calmar las aguas del mercado para poder avanzar en el terreno político, donde la oposición prometió no dar tregua y continuar la confrontación en lo que denomina “tercer turno” de la campaña, finalizada formalmente con el ballottage del domingo. Con el PSDB de Aécio Neves a la cabeza, la Cámara de Diputados infligió la primera derrota política el martes a Dilma, cuando votó contra un proyecto para reglamentar la consulta del gobierno a los movimientos sociales, una iniciativa que se engarza con la reforma política anunciada para el próximo mandato.
Paralelamente, el senador Aloício Nunes Ferreira, ex candidato a vicepresidente en la fórmula encabezada por Neves, anunció a los gritos que no se sentará a la mesa de diálogo político propuesto por el Planalto, que mientras “tiende la mano, en la otra oculta el puñal que nos clavará por la espalda”.
En otra embestida contra el Palacio del Planalto, el Congreso aprobó ayer la invitación para que comparezca la presidenta de Petrobras, Maria das Graças Foster, funcionaria de confianza de Dilma, quien será indagada sobre los supuestos casos de corrupción en la petrolera.
A esto se suma la andanada de mensajes tóxicos en las redes sociales, como el publicado ayer por una chica rubia que dijo ser “rica” y sentir lástima de los “pobres e imbéciles” que votaron a Dilma. Otros antidilmistas postearon un pedido de S.O.S dirigido al ejército para que derroque al gobierno “antes de que el PT instaure el comunismo en Brasil”. “Se acabó la campaña, pero la pelea sigue con todo. El bloque conservador no va a dejar de atacarnos, la movida de esta semana es hacer terrorismo amenazando con el impeachment a Dilma y queriendo instalar el clima del tercer turno. Están rabiosos”, comentó una fuente del gobierno.
“El mercado quiere imponer su ministro de Hacienda, la Bolsa y los medios ocupan el lugar de la derecha partidaria, muy debilitada después de la derrota de Aécio (Neves). La presidenta no se va a dejar presionar, va a nombrar a la gente que ella quiera, estoy seguro”, redondeó en diálogo con este diario en Brasilia. Hay varios nombres en danza, como el del presidente de Bradesco, Luis Carlos Trabuco, y el ex titular del Banco de Boston Henrique Meirelles, que fue titular del Banco Central durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Otro postulante en las apuestas de los medios y los trascendidos originados en el Planalto es Nelson Barbosa, ex viceministro de Hacienda durante la actual administración, por quien Dilma demostró simpatía.
Por lo pronto, la mandataria continuará en la costa bahiana junto a su nieto y su hija hasta el domingo, mientras perdura esta tregua (¿provisoria?) con la Bolsa y prosiguen los cabildeos sobre la integración del futuro gabinete, en los que participa Lula. El dos veces presidente (2003-2011) hizo saber a sus allegados que asumirá un perfil más activo en el segundo mandato de Dilma y que está dispuesto a disputar un tercer mandato en 2018. Esta semana, el líder del PT grabó un par de mensajes, uno haciendo un llamado al diálogo y otro reiterando las denuncias contra la revista Veja por su actitud “criminal” en los días previos al ballottage, cuando publicó noticias seguramente falsas con el propósito de fortalecer a la oposición.
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