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La fiesta del recibimiento tuvo un saldo trágico: dos hinchas de Boca, un niño de 7 años y un joven de 25, murieron atropellados por un auto en la autopista Ricchieri, a la altura del Mercado Central, mientras otras seis personas, incluidas dos menores de 11 y 15 años, también debieron ser hospitalizadas. El conductor del automóvil quedó detenido, luego de reconocer que no había visto a las personas que luego atropelló.
El accidente tuvo lugar a las 15.50 cuando una rural Volvo de color blanco atropelló a un grupo de hinchas de Boca que, sentados en el guard-rail que separa ambos carriles de la autopista, esperaba el paso del micro que trasladaba al equipo. A los 50 metros, el conductor frenó y volvió al lugar para ver lo que había pasado.
“Se llevó puesto a toda la familia –indicó un testigo–. A uno lo destrozó, otro murió y al resto los llevaron al hospital.” Estaban “entre los dos carriles porque nos dijeron que por ahí iba a pasar el micro. Era un lugar bastante peligroso”.
Uno de los heridos, trasladado al Hospital Paroissien, relató lo sucedido: “Iba en mi bicicleta por el lado izquierdo del carril y vi cómo el auto se tiraba encima de la gente”, explicó. “La impresión que me dio es que nos quería matar.” Voceros de Gendarmería, que detuvieron al conductor, negaron que el hecho hubiera sido intencional.
“No los vi, no llegué a hacer nada”, dijo el conductor, negando que marchara a gran velocidad: “¿Cómo iba a ir rápido si veníamos en caravana?”. Explicó que perdió el control del vehículo tras una especie de desvanecimiento. Los cuerpos permanecieron durante aproximadamente una hora tendidos sobre el asfalto.
“La gente lo quería linchar, pero el hombre, de unos 50 años, dijo que se había quedado dormido y se lo llevó la policía, que llegó al lugar como media hora después”, señaló otro testigo. El hombre, cuya identidad no fue suministrada, quedó detenido en la comisaría de Tapiales, acusado de doble homicidio culposo y lesiones culposas, y hoy será indagado.