DEPORTES › CUATRO DEBUTANTES DE AFRICA, UNO DEL CARIBE
Entre Elefantes y Gavilanes
Por L. C.
El crecimiento futbolístico de varios países de Africa y el Caribe, durante la última década, hará posible que algunos jugadores ya maduros como Didier Drogba, de Costa de Marfil; Dwight Yorke, de Trinidad y Tobago, o el angoleño Fabrice Akwa tengan por primera vez la posibilidad de jugar un Mundial, algo que el liberiano George Weah –para muchos el mejor futbolista africano de todos los tiempos– nunca pudo disfrutar. Goleador con el Milan y candidato presidencial en Liberia, disputó cuatro eliminatorias, pero nunca pudo llegar a una Copa del Mundo.
Otras cinco naciones del tercer mundo podrán vengarlo esta vez. Angola, Costa de Marfil, Ghana y Togo se quedaron con cuatro de las cinco plazas disponibles por Africa, mientras que Trinidad y Tobago, cuarto en la rueda final de la Confut, se impuso en un repechaje frente a Bahrein.
Las Palancas Negras de Angola, como se conoce al seleccionado, es un equipo que cuya base se formó hace cuatro años, en el Mundial Sub-20 de Argentina. Tienen en Akwa, un delantero ex Benfica que hoy juega en la liga de Qatar, a su principal figura. Vienen de eliminar nada menos que a Nigeria, un grande del continente.
Los Elefantes de Costa de Marfil lograron la clasificación tras un hecho que los marcó a fuego: la muerte de su entrenador Mama Ouatta, tras un ataque cardíaco en pleno entrenamiento. El plantel se juramentó lograr el pasaporte al Mundial en honor del técnico fallecido y cumplieron. Didier Drogba, delantero del Chelsea inglés, es su principal figura.
A pesar de ser la cuna de grandes jugadores que brillaron en el fútbol europeo de los años ’90, como Osei Kofi, George Al Hassan, Adedi Pelé y Yeboah, el Mundial era una cuenta pendiente para Ghana. La pagará gracias un juego disciplinado que ordenó su entrenador, el serbio Emir Dujkovic. Pero la gran sorpresa de Africa son los Gavilanes de Togo, dirigidos por el ex jugador nigeriano Stephen Keshi, un equipo desenfadado y lleno de frescura, con jugadores habilidosos como Oulfade Adekanmi.
Al otro lado del Océano Atlántico se encuentra sin dudas el clasificado más inesperado de todos: Trinidad y Tobago. Su principal figura es nada menos que Dwight Yorke, quien es considerado como el futbolista más grande de la historia de las Antillas. Campeón de la Champions League con el Manchester United en 1999, Yorke, de 34 años, ve al Mundial como la gran posibilidad de coronar su carrera: “Voy a vivirla con la alegría de un principiante”.