Finalmente, los hinchas de River contarán con 1500 localidades más para ver el superclásico, que ayer se pusieron en venta en el Monumental y que se suman a las 2928 que en principio les había entregado Boca. La decisión llegó tras el acuerdo al que arribaron dirigentes de ambos clubes con el subsecretario de Seguridad en Espectáculos Deportivos, Javier Castrilli. El ex árbitro de la AFA se encargó ayer de aclarar, en conferencia de prensa, que se trató de una “medida excepcional”, que no necesariamente se repetirá en futuros encuentros entre ambas instituciones.

Para que pueda entrar más gente en la tercera bandeja, Boca debió retirar las butacas plásticas de ese sector, por lo que el público visitante deberá ver el encuentro de pie. La solución al problema de las entradas contó con apoyo político, según comentó ayer el ministro de Interior, Aníbal Fernández: “Le pedí a Castrilli que se juntara con Pedro Pompilio y José María Aguilar para ver si encontrábamos una alternativa”.