A más de dos semanas de haber quedado establecido en forma definitiva al frente del gobierno porteño, Jorge Telerman presentó finalmente anoche su gabinete. “Es más que idóneo, estupendo y eficiente”, enfatizó Telerman sobre su equipo de colaboradores, que es el resultado de una búsqueda de acuerdos políticos para cimentar su gestión, que no le resultó sencilla. El anuncio de sus ministros no deparó sorpresas porque, a pesar del hermetismo con que manejó las designaciones, sus nombres ya habían trascendido.

Aunque tuvo que esperar más de lo previsto, Telerman pudo dar a conocer su gabinete ayer. Para hacer el anunció dependía de que la Legislatura aprobara su proyecto de ley de Ministerios para modificar la estructura de la administración porteña según su esquema de gobierno.

El Ejecutivo remitió la iniciativa poco después del mediodía y los legisladores la aprobaron en general recién pasadas las ocho de la noche. A esa hora todos los ministros designados estaban en el despacho del jefe de Gobierno, adonde llegaron a las siete y media de la tarde y esperaron el comienzo de la presentación en el Salón Blanco. Allí no sorprendieron esta vez las medialunas y el café para amenizar la espera –una novedad introducida ya en la primera rueda de prensa de Telerman–, sino las cuatro imponentes pantallas de plasma que, llegado el momento del anuncio, sólo sirvieron para exhibir el nuevo organigrama porteño.

Los ministros de Telerman jurarán el próximo martes. Como anticipó Página/12, son Guillermo Nielsen (Hacienda), Diego Gorgal (Gobierno), Enrique Rodríguez (Producción), Ernesto Selzer (Obras Públicas), Donato Spaccavento (Salud), Marcelo Vensentini (Medio Ambiente), Gabriela Cerruti (Derechos Humanos y Sociales), Roy Cortina (Descentralización), Lía María (Espacio Público), Alberto Sileoni (Educación), Silvia Fajre (Cultura), Raúl Fernández (Secretaría General) y Oscar Feito (Prensa y Difusión).

Más allá de la “idoneidad” y la “eficacia” que Telerman les atribuyó a sus ministros, en su entorno destacaron que el armado del gabinete es el resultado de “los acuerdos políticos” a los que reivindicaron como “una mecánica precisa en la política”. En particular, se refirieron al entendimiento alcanzado con el socialismo y subrayaron que “institucionalmente” avaló el ingreso de Cortina al gobierno porteño. Más importantes, sin embargo, fueron las negociaciones con el kirchnerismo piloteadas desde la Casa Rosada por el jefe de Gabinete nacional, Alberto Fernández. “No propuso nada que se parezca a un cogobierno”, aclararon en el Ejecutivo porteño y aseguraron que “tampoco hubo tironeos”.

Del repaso de los integrantes del gabinete porteño surge que la mayoría –hasta seis, según cómo se los cuente– están vinculados de una u otra manera al gobierno nacional. Entre los restantes se cuenta tropa propia de Telerman, ibarristas y el socialista Cortina.

Nielsen es un caso aparte: Telerman lo convocó por “sus evidentes y conocidos talentos” y no como producto de un cierre político con Roberto Lavagna, a quien acompañó como secretario de Finanzas durante su gestión en Economía. Nielsen no tendrá que lidiar con las cuentas de la ciudad porque las recibe en orden, sino que su desafío pasará por tomarle el pulso al funcionamiento del área a su cargo. Para eso podría recostarse en radicales del espacio de Jesús Rodríguez, con el que se referencia, que ya estuvieron en Hacienda.

El ingreso de Nielsen dejó fuera del gabinete a Sergio Beros, un estrecho colaborador de Telerman, quien casi seguro terminará en la Secretaría Legal y Técnica. El jefe de Gobierno les dedicó palabras de agradecimiento a los también salientes secretarios Roberto Feletti, Marta Albamonte, Daniel Rosso, Eduardo Epzteyn y Roxana Perazza, quien también recibió una calurosa despedida de los docentes en un acto escolar por los desaparecidos. A pocos les pasó inadvertido que, en cambio, omitió mencionar a Gustavo López, con quien nunca hizo buenas migas.